El equipo chino, dirigido por el ex DT de la selección brasileña, Felipe Scolari y con una plantilla que integra a seis de sus connacionales y a un sudcoreano alargó, así, a 29 juegos su invicto. América, por su parte, cayó de manera vergonzosa, después de haber dominado casi todo el encuentro: todo un fracaso.
Durante la primera parte –ante una floja entrada– el duelo se inclinó hacia los mexicanos, quienes a los 8′ tuvieron su oportunidad, con un tiro desde fuera del área de Sanhueza, que el arquero chino LI, desvió el gran forma con la mano izquierda.
Respondió Guangzhou con un disparo de su astro brasileño Robinho –quien ya no salió para la segunda mitad– y el meta Moíses Muñoz mandó a tiro de esquina un disparo que le botó antes de llegar a su destino.
El América tuvo dos más: otra que desvió Li a tiro de Benedetto y un tiro al larguero, también tocado por Li, de parte de Goltz y otra que voló el mismo Goltz. cuando era más sencilo meterla al arco. Li, con su actuación se convirtió en una de las figuras del equipo chino.
El centro delantero de Guangzhou Ricardo Goulart tuvo una casi al concluir el medio tiempo, pero su centro tiro fue desviado de buena forma por Moíses. Así, llegaron al final de los primeros 45 minutos.
Para la segunda parte, Robinho salió y su lugar lo ocupó Zheng Lon y apenas a los 3 del segundo, un cabezazo de Oribe fue tapado, firme, por Li. Al 4, un tiro raso de Quintero pasó
cerca del palo derecho. Y a los 9, una escapada de Benedetto por la banda izquierda, un centro a media altura y la figura de Oribe Peralta, quien se adelantó a tres defensores chinos y, de palomita, conectó con la cabeza para el 1-0. Todo parecía resuelto.
El dominio americanista era casi total. Era de trámite el juego, pero Darwin Quintero equivocó un pase cuando todo América atacaba y, de cuatro toques el Guangzhou llegó al área. Ahí, Zheng Lon, en los límites de la misma tiró de derecha y su disparo fue tocado por Muñoz, pero no impidió que besara la red. Era un empate impensable.
Momentos después, Ruben Sanhueza encaró a Darwin Quintero, quien le tiró un cabezazo y llegó el central Paolo Goltz para impedir que llegaran a las manos. El entrenador Ignacio Ambriz optó por sacar del campo al Quintero e hizo ingresar a Miky Arroyo.
Todo indicaba que irían a tiempos extras, pero llegó el corner a favor de Guangzhou y el cabezazo que hizo triunfar a los chinos.