Un paseo por el famoso museo de las Momias de Guanajuato

GUADALAJARA, Jal., 24 de junio de 2020.- Nuestro viaje nos traslada hasta el estado de Guanajuato y llegamos al Museo de las Momias de Guanajuato, un lugar que tiene como ocupantes provenientes del panteón de Santa Paula, cuerpos momificados en exhibición desde hace casi 150 años han asombrado a todos sus visitantes.

Quizá uno de los museos más asombrosos de México, y que llena de horror al conocer las increíbles historias que giran en torno a esos lúgubres cuerpos demacrados.

Dentro de su historia, el 9 de junio de 1865, el primer cuerpo exhumado fue del médico francés Remigio Leroy, que para sorpresa de los panteoneros, estaba totalmente momificado, aspecto que motivó que varios años después fuera exhibido por la rareza del caso y el cual es el más antiguo de esta colección.

Cabe destacar que en sus inicios, las visitas a las catacumbas del panteón se realizaban de manera informal y clandestina, práctica basada en el creciente interés de los turistas quienes eran atraídos por el misticismo y la curiosidad, y debido a que el otro panteón resultaba ya insuficiente en esa época.

Desde entonces y hasta el año de 1979, se localizaron en varios puntos aledaños a la ciudad, algunas otras momias que hoy alcanzan el número de mil 218, algunas de las cuales están en exposición.

Asimismo y después de la última remodelación del museo, realizada el 21 de marzo de 2007, se exhiben en vitrinas climatizadas más de 100 momias. La exposición cuenta con un video introductorio del significado de la muerte para los mexicanos y la forma de reconocerla.

Y como explicación que se ha dado en torno a este fenómeno, atribuye el proceso de momificación de los cadáveres a la ausencia de agua en el subsuelo y a la natural salinidad del terreno combinada con la existencia de nitratos o alumbre.

Muchas de las momias se pueden apreciar en truculentas posiciones, con restos aún de sus ropajes y mortajas, y esbozando dolorosas muecas en sus rostros, a la vez que alrededor de algunas de ellas se han entretejido leyendas de crímenes y misteriosas muertes.

Aquí destacan dos de las más impresionantes momias observadas son la de una mujer que murió embarazada y la que se considera la más pequeña del mundo, que es la de un niño en posible edad perinatal.

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