Yuum Cháak, más que presente este 2019 en la agricultura maya

GUADALAJARA, JAL., 13 de junio de 2019.- Este 13 de junio muchos campesinos milperos de la Península de Yucatán piden a San Antonio, en el marco de la época del ch’a’ cháak, ceremonia de petición de lluvias.

Según Bernardo Caamal es una fecha especial en la que se observan las estrellas relacionadas con Xk’ukikaan, la serpiente emplumada.

Bernardo es asertivo cuando habla sobre la milpa y las cabañuelas/Xok kíin. Es egresado de la Universidad de Chapingo y gran conocedor de la sabiduría que le heredaron los abuelos y abuelas mayas. Señala que a Xk’ukikaan se relaciona con el viento y agua, y que “estamos en el periodo del tsáab o pléyades tiempo de que se cultiven las sementeras, de que se muevan los vientos húmedos del Caribe y lleguen las lluvias necesarias para que la íinaj/semilla de maíz crezca y se desarrolle”.

Comparte sus experiencias como agrónomo y activista en el blog del Arux, pero tiene más de sabio maya por el amplio conocimiento que posee de la cultura regional obtenida de sus ancestros y que confirma en su constante andar por la Península de Yucatán.

Advierte que quienes no realicen sus siembras desde el 3 de mayo y hasta antes del 13 de julio, “tendrán problemas con plagas y por falta de humedad para que germinen sus milpas debido a la Canícula que inicia el 14 de Julio y concluye el 24 de agosto”.

Los milperos mayas peninsulares hicieron también días antes sus ofrendas a la imagen de San Isidro Labrador, otro santo patrono. Como resultado de la conquista y colonización española, y como parte de un sincretismo, lo veneran como a San Antonio junto con los antiguos Yuumtsiloob/deidades mayas que cuidan los montes y las sementeras.

Acerca de las ceremonias del Ch’a’ cháak/petición de lluvias explica Bernardo que éstas son espacios para reconocer el papel de estos grandes señores protectores de la vida, los Yumtsilo’ob, pero también para mantener la esperanza en la íinaj/semilla que todos necesitan para vivir.

Asegura que a pesar del paso de los años, Yuum Cháak/dios de la lluvia no ha sido totalmente desplazado por San Isidro ni por San Antonio, por el sincretismo religioso esta deidad maya sigue vigente en la actividad campesina peninsular.