Reflexionan en Cumbre Quadratín sobre el poder y los medios
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 10 de octubre 2020.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha propuesto conseguir aumentar las inversiones a favor de la salud mental, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora este 10 de octubre.
Esto debido al cambio y la alteración en la vida cotidiana de gran parte de la población a consecuencia de la pandemia de Covid 19, en el que personas con afecciones de salud mental se han visto aún más aisladas socialmente que antes.
A lo que se suma la gestión del dolor de perder a un ser querido, la incertidumbre del futuro y las consecuencias económicas traídas por la enfermedad.
Por lo que la OMS señala que según la experiencia adquirida de emergencia pasadas, se espera que las necesidades de apoyo psicosocial y de salud mental aumenten de manera considerable en los próximos meses y años.
«Invertir en los programas de salud mental en el ámbito nacional e internacional, infrafinanciados desde hace años, es ahora más importante que nunca», indica.
Según estimaciones de la OMS, en los países de ingresos bajos y medios, más del 75 por ciento de las personas con trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias no reciben tratamientos para su afección.
Asimismo, señala que cerca de mil millones de personas viven con un trastorno mental, tres millones mueren cada año a causa del consumo nocivo de alcohol, y una persona se suicida cada 40 segundos.
Además de que la estigmatización, la discriminación, el carácter punitivo de la legislación y la violación a los derechos humanos continúan como un problema generalizado cuando se trata de enfermedades de salud mental.
«El acceso limitado a una atención de salud mental de calidad y asequible en el mundo antes de la pandemia, y en particular en las situaciones de emergencia humanitaria y de conflicto, ha disminuido aún más debido a Covid 19, ya que la pandemia a perturbado los servicios de salud en todo el mundo», indica.
En promedio los países gastan sólo el 2% de sus presupuestos en salud mental y, aunque ha habido aumentos en los últimos años, la OMS explica que la asistencia internacional para el desarrollo en esta materia nunca ha superado el uno por ciento.