A través de un comunicado, indicó que como parte de estas correcciones el presidente debe modificar su gabinete. Recordó que se debe gobernar para todos y atender todas las voces.
Añadió que el Poder Legislativo debe hacer valer su contrapeso ante el Ejecutivo, asumir un rol más protagónico y construir el consenso necesario para impulsar cambios en aquellas reformas que no han alcanzado los resultados comprometidos.
El diputado perredista Daniel Ordoñez Hernández consideró que “ante los pobres resultados de las reformas que promovió al inició de su administración y la polarización que ha generado su ineficaz instrumentación, es pertinente que el presidente Enrique Peña Nieto rectifique y acepte que es hora de hacer las correcciones necesarias antes de que los costos sean más altos y se intensifique la polarización social”.
Dijo que estas modificaciones “deberían implicar cambios en el gabinete porque algunos secretarios no sólo han sido ineficaces, sino que su insensibilidad y soberbia ha provocado enfrentamientos con ciertos sectores de la sociedad.”
Resaltó que “la misma disposición al diálogo y a la rectificación que mostró el presidente de la república en relación al artículo 32 de la llamada Ley 3de3, para atender las solicitudes del sector empresarial; se debe reflejar en otras políticas públicas y reformas que no han funcionado como se comprometió, tales como la estrategia económica, las reformas laboral, energética, y educativa, por mencionar algunas”
“Se debe gobernar para todos y escuchar las voces de todos los sectores que han sido afectados por políticas públicas mal diseñadas y reformas legislativas instrumentadas de manera ineficaz”, apuntó.
Comentó que los resultados de la política económica en los tres primeros años de la administración de Enrique Peña Nieto han sido mediocres, lo que ha frenado el desarrollo del país, la inversión pública y el fortalecimiento de los sectores productivos.
El legislador recordó que en junio la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo sus expectativas de crecimiento para México en 2016, a 2.6 por ciento después de que noviembre de 2015 lo colocó en 3.3 por ciento.
Detalló que si bien las razone por las cuales el organismo internacional redujo las expectativas económicas del país obedecen al contexto internacional, prevé que la situación mejore en la medida en que las reformas tengan un nuevo impulso y se combata de manera eficaz la informalidad y los altos índices de corrupción del país.