En 2012, el Primer Mandatario presumía como integrantes de una nueva generación de renovación del Partido Revolucionario Institucional (PRI) no sólo a Javier Duarte, también a los gobernadores de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, y de Chihuahua, César Duarte Jáquez, todos ellos involucrados en denuncias penales incluso por militantes del tricolor.
De acuerdo al informe de la cuenta pública de 2015 del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, el desfalco de Duarte de Ochoa al estado podría superar 14 mil millones de pesos; los resultados de la auditoría comprobaron el año pasado un quebranto patrimonial por más de 500 millones de pesos durante su administración.
Incluso, este escándalo de presunta corrupción y desvío de recursos podría salpicar al actual gobernador interino de Veracruz, Flavino Ríos, entonces titular de la Secretaría de Educación Estatal, una de las dependencias con mayor daño patrimonial al no existir documentos que justifiquen el gasto de millones de pesos.
El Centro de Investigación de Crimen Organizado consideró que las denuncias penales en contra del priista Javier Duarte por varios años, aunada a su estrepitosa caída no le será de ayuda al gobierno nacional, involucrado en numerosos casos de corrupción y quebranto en varios estados de la República.
Desde que asumió el cargo en 2010, “Duarte ha sido considerado como responsable de hacerle trampa a la economía de la región petrolera y de facilitar el crecimiento local del crimen organizado”, refirió el análisis de Insight Crime.
Además, los asesinatos y las desapariciones han llegado a altísimos niveles bajo la administración de Duarte, que también recuerda que ha sido acusado de participar en el asesinato de periodistas y de convertir a la entidad jarocha en la más peligrosa de México para ejercer esta profesión.
“Como señala El País, se esperaba que Duarte y otros gobernadores del PRI bajo la administración Peña Nieto revitalizarían la imagen del partido, que ha estado viciada por la corrupción y el clientelismo”, apuntó el estudio.
Sin embargo, parece que el partido en el poder no saldrá indemne del caso Duarte, pues de hecho, el propio ex dirigente del PRI Manlio Fabio Beltrones creyó que la corrupción le costó al partido una serie de victorias en las elecciones para gobernador en junio de este año.