GUADALAJARA, Jal., 9 de junio de 2016.-Legisladores federales, dirigentes nacionales y estatales del PRI analizan la existencia de posibles traiciones en el interior del partido, que llevaron al triunfo del PAN y el PRD en Durango, Quintana Roo, Chihuahua y Veracruz, porque las victorias diferenciadas entre gubernaturas, ayuntamientos y congresos demuestran que no hubo unidad en torno a un mismo objetivo, pero sí operación para sostener posiciones.
De acuerdo con un documento de análisis interno del PRI, al cual tuvo acceso Excélsior, los priistas analizan por separado cada uno de los siete estados en los que perdió este domingo, porque tienen una realidad distinta cada uno, pero existen al menos diez aristas que pudieron influir en los resultados adversos.
Además de los posibles actos de traición de algunos militantes están el de-sempeño y fama pública de los gobernadores; el perfil y proceso de elección de los candidatos; las líneas de campaña; el efecto de la guerra sucia; el impacto de propuestas como la legalización de los matrimonios igualitarios y el aumento en los gramos de consumo de mariguana; el acercamiento del partido con los electores; los efectos de las reformas estructurales; la inseguridad y los efectos de la inestabilidad financiera.
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