La senadora Cuevas Barrón, quien preside la comisión de Relaciones Exteriores, dijo que el propósito de la reforma es contar con un sustento constitucional y convencional en la materia, lo que permitirá a México rencauzarse nuevamente en su tradición humanitaria, que lo llevó a tener un liderazgo, el siglo pasado, en estos temas.
Enfatizó que el punto nodal es reconocer el derecho de toda persona a buscar y recibir asilo; que toda persona perseguida por motivos políticos o cuya vida, libertad o seguridad se encuentre en peligro pueda ejercer su derecho al reconocimiento de la condición de refugiado y a solicitar el asilo político.
Lo que necesitamos, añadió, es volver encauzar la política de asilo en el país; con esta reforma lo que hacemos es apegarnos a lo que México ha suscrito y ratificado en los tratados internacionales, de una manera amplia y siempre vigilando los derechos humanos.
Explicó que la reforma está por iniciar su proceso de aprobación en los congresos estatales e indicó que, una vez que entre en vigor, otorgará sustento constitucional al andamiaje jurídico internacional en materia de asilo y refugio.
Por su parte, el senador Manuel Bartlett Díaz, coordinador del Partido del Trabajo (PT) resaltó el hecho de que México será reconocido nuevamente como pionero en esta materia, pues ya contaba con esta tradición desde hace ya muchos años. Ahora, esta tradición se pone al día con la nueva legislación, puesto que México ha sido un país de refugio, abierto durante décadas como en el caso de los refugiados por la guerra civil guatemalteca, recordó.
Además, el subsecretario de enlace legislativo de la Secretaría de Gobernación (Segob), Felipe Solís Acero, expresó la satisfacción del gobierno de la República por el hecho de que se haya concretado la modificación al artículo 11 constitucional.