A través de su editorial dominicana Desde la Fe, la Arquidiócesis de México señaló que habiendo tantos problemas que tienen de rodillas al país, –como el flagelo del narcotráfico y la violencia que genera; la inseguridad, la desigualdad social y la corrupción, no es posible que el Gobierno de la República ponga como prioridad legislar sobre falsos derechos, que no se sostienen desde una base antropológica, y que minan los valores sociales y familiares sobre los que tradicionalmente se ha asentado la sociedad mexicana.
Puntualizó que el matrimonio, como institución, existía antes que la Iglesia, por lo que la opinión de ésta, respecto a la defensa del matrimonio, “que sólo puede darse entre un hombre y una mujer”, no pretende imponer sus dogmas a una sociedad cada vez más plural, sino expresar sus convicciones y preocupaciones en relación con la convivencia humana.
Aseguró que no es posible que a la Iglesia se le sustraiga de un debate que afecta no sólo a sus fieles.
Expresó su preocupación por la instrucción del mandatario federal a la Secretaría de Educación Pública para que introduzca en la educación de los niños educación de género, a la cual la Iglesia calificó como “destructiva y perversa”.
Criticó también la instrucción que el Presidente de la República dio a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que México forme parte del Grupo Núcleo sobre las Personas Homosexuales, Lesbianas, Bisexuales, Transgénero, o Intersexuales de la ONU.