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Confirman captura de La Silla, presunto operador de Los Blancos de Troya
GUADALAJARA, Jal., 5 de mayo de 2016.-Un ciudadano estadounidense fue detenido en el municipio de Puerto Vallarta después de que una persona enviara una carta en 2010 a la Procuraduría General de la República, en la que denunciaba que en una finca una familiar se encontraba privada de libertad y siendo explotada sexualmente, por lo que cinco años más tarde, la instancia estatal se declara incompetente y turna la averiguación a la Fiscalía General, quien continúa con la averiguación hasta que este miércoles se logró dar con su paradero.
Fue ahí en donde se detuvo a Christopher Dale Kahn, de 62 años, quien también utiliza el nombre de Antonio Sánchez o Antonio Luna Sánchez, oriundo de Seattle, Washington; se tiene detectado que ingresó en 2010 a México y se instaló en Puerto Vallarta. En ese año comenzó a crear una red de explotación sexual, turismo sexual, lenocinio y corrupción de menores.
A través de tres páginas el extranjero ofrecía los servicios sexuales de mujeres, incluso de menores: www.redzonatours.com, www.pvchicas.com, y www.pvescorts.com.
El 22 de abril, cinco mujeres vecinas de ese municipio turístico, declararon en contra del ahora preso al que conocían como Cristóbal, el cual las anunciaba por internet, además de que les cobraba el 30 por ciento de las ganancias, es decir aproximadamente 500 pesos por cada servicio. Éste reclutaba a sus víctimas bajo el argumento de que daba clases de inglés y ping-pong gratuitas.
Al realizar la respectiva orden de cateo concedida por el Juzgado Segundo Penal del Partido Judicial en Puerto Vallarta, el personal de la Fiscalía General en la vivienda del sujeto, se encontraron documentos, equipo de cómputo para consumar los referidos ilícitos.
Dale Hahn ha enfrentado procesos por violación de menores, así como por posesión de drogas y distribución de las mismas, en Estados Unidos. Mientras que aquí en Jalisco ya fue consignado por los delitos de turismo sexual, lenocinio y corrupción de menores.
Además algunos de sus colabores que fungían como vinculantes o enganchadores y que operaban en bares de Vallarta, se encuentran declarando, pero se cree que pudiera haber más implicados.