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ESTADOS UNIDOS, 8 de octubre de 2018.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúne con su vicefiscal general, Rod Rosenstein, en el avión presidencial Air Force One entre rumores sobre su posible salida del Gobierno aunque el mandatario aseguró hoy que no prevé despedirle.
«No, no lo tengo planeado», expresó Trump al ser preguntado por un periodista sobre si tenía pensado despedir a Rosenstein, con quien dijo que tiene «una buena relación»: «Me llevo muy bien con él», dijo antes de acceder a la aeronave.
Según informó a Efe el Departamento de Justicia, Rosenstein acompaña este lunes a Trump en el viaje a un evento en Orlando, estado de Florida, siendo este el primer encuentro entre ambos desde que «The New York Times» publicara el pasado 21 de septiembre una información con polémicas declaraciones del «número 2» de Justicia.
«El vicefiscal general planea viajar en el Air Force One para acompañar al presidente en su charla en la Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP) en Orlando», aseguró un funcionario del departamento que pidió el anonimato antes de que Trump ofreciera esas declaraciones.
El encuentro llega más de dos semanas después de que el periódico neoyorquino señalara que Rosenstein había discutido en 2017 la posibilidad de grabar en secreto al mandatario e incluso había conversado sobre una potencial aplicación de la Enmienda 25 de la Constitución, el mecanismo para deponer a presidentes por incapacidad.
Rosenstein alegó que estas informaciones no eran en absoluto correctas e incluso solicitó una reunión con Trump esa misma semana para abordar la situación, algo que finalmente no se dio debido a la atareada agenda del presidente.
Según informaron distintos medios locales durante esa confusa jornada, Rosenstein habría redactado incluso una carta de renuncia de su puesto.
La permanencia de Rosenstein en su cargo ha protagonizado múltiples rumores desde mayo de 2017, cuando él decidió contratar a Robert Mueller como fiscal especial para la investigación de la trama rusa, una vez que Trump había despedido al director del FBI, James Comey, según el damnificado, por no haberle declarado su «lealtad».
Rosenstein es desde entonces el encargado de vigilar las pesquisas de la trama rusa, sobre la supuesta coordinación entre la campaña de Trump y el Kremlin, y sería el encargado de despedir a Mueller, por lo que su permanencia se considera esencial para garantizar que las averiguaciones sean completadas.