Destaca EU soluciones para protección y residencia de refugiados
BRASIL, 10 de septiembre de 2018.- Más de cien presos de la cárcel de máxima seguridad Romeu Gonçalves Abrantes, situada en la ciudad de Joao Pessoa, en el estado de Paraíba (noreste), lograron escapar esta madrugada y la ciudad vive escenas de pánico, informaron las autoridades.
Poco después de la media noche hubo disparos y los vecinos de la cárcel incluso escucharon una deflagración cuando unos 20 hombres armados iniciaron una acción para acceder a la cárcel y liberar, al parecer, a una cuadrilla de asaltantes de bancos que había sido detenida en agosto.
En total fueron 105 los reos que lograron escapar de la prisión, según las autoridades del estado de Paraíba, y durante la madrugada apenas 30 presidiarios habían sido detenidos de nuevo.
En otra acción en la misma región y que se desconoce si está vinculada, un grupo de criminales trató de bloquear la carretera PB-008, y al intentar impedirlo una teniente de la policía militar de 36 años fue baleada en la cabeza y está en estado grave.
Las autoridades de Joao Pessoa, capital del pequeño y pobre estado de Paraíba, adoptaron medidas de seguridad extremas ante la fuga de criminales, y el rector de una universidad local canceló las clases ante el peligro de que haya ataques.
Las cárceles brasileñas –consideradas “oficinas del crimen organizado”- son objeto desde hace años de motines y violencia por parte de los presos, que denuncian condiciones insalubres y un uso extendido de la corrupción por parte de las autoridades.
En enero de 2017 una cárcel en la ciudad amazónica brasileña de Manaus fue noticia internacional después de un motín en que murieron 60 presos -39 decapitados-, mientras se reveló la existencia de armas, drogas y celulares dentro del presidio, que está administrado por una empresa privada.
Analistas reclaman que Brasil necesita al menos 200 mil plazas suplementarias para dar cabida al total de la población carcelaria, que supera el medio millón de personas.
Brasil tiene una media de 274 encarcelados por cada 100 mil habitantes, según datos del Centro Internacional de Estudio de las Prisiones (ICPS, en sus siglas en inglés).