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ESTADOS UNIDOS, 10 de diciembre de 2018.- Tirso Martínez Sánchez, quien fungía como distribuidor de drogas en Estados Unidos, declaró en su calidad de testigo en el juicio contra Joaquín «El Chapo» Guzmán que las operaciones de los cárteles del narcotráfico se consolidaron tras la muerte de Amado Carrillo Fuentes.
Martínez, quien era apodado “Ingeniero” o “Futbolista”, expresó en el marco del juicio que tiene lugar en Nueva York que laboraba tanto para el Cártel de Sinaloa como para el Cártel de Ciudad de Juárez entre la década de 1990 y la década del 2000.
Explicó que los dos cárteles funcionaban en alianza en los primeros años de 1990, con Carrillo Fuentes como líder del Cártel de Juárez, y Guzmán e Ismael “Mayo” Zambada como líderes del Cártel de Sinaloa.
Tras la muerte de Carrillo Fuentes en una cirugía fallida, uno de los sublíderes del Cártel de Juárez se disparó, lo que perjudicó sus facultades mentales y se retiró del negocio. Esa persona era Eduardo González Quirarte o “Flaco” Quirarte.
Las ventajas de la fusión hizo al cártel más fuerte, lo que significaba mayor poder para corromper políticos y policías y, en consecuencia, generar más dinero de sus operaciones de narcotráfico, precisó Martínez.
La fusión significó también que los cárteles se compartieron “plazas” o ciudades que tenían bajo su control, así como los puertos mediante los que podrían recibir drogas.
Martínez fue detenido en México en 2014 y extraditado un año más tarde a Estados Unidos. En 2016, se declaró culpable en la corte de Nueva York de haber distribuido toneladas de cocaína en territorio estadunidense y Europa.
Retira fiscalía de NY petición para sancionar a abogada del Chapo
La fiscalía retiró su moción para sancionar a la abogada que le proporcionó un teléfono celular a la esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán dentro de la sala de la corte en Nueva York, en violación a las normas internas del tribunal.
En una moción fechada el 7 de diciembre, los fiscales argumentaron que tal abogada había ya consentido en rechazar su derecho a ingresar teléfonos celulares en las salas de la corte, con lo que la petición de sanción fue retirada.
La sanción fue pedida por al fiscalía al juez Brian Cogan luego de que alguaciles de seguridad detectaron que Coronel tenía un celular dentro de la sala de la corte, un privilegio que no tiene ninguna persona salvo los abogados.
Por ello, la fiscalía solicitó el 27 de noviembre sanciones para la abogada, aparentemente Mariel Colón, quien se encontraba a menudo en compañía de Coronel durante el juicio.
“El gobierno no busca más ayuda de la corte en este momento, y tiene la intención de retirar, sin perjuicio, las solicitudes adicionales de sanciones establecidas en la moción”, señaló la fiscalía.
El gobierno también había asegurado que el teléfono facilitó un contacto no autorizado entre Coronel y Guzmán, con quien no puede tener ninguna clase de interacción.
La abogada en cuestión ya había ingresado una moción en que aclaraba que nunca fue su intención romper las normas relacionadas con el estatus de seguridad máxima en el que se encuentra detenido Guzmán en Nueva York.