Las protestas en Gaza y Cisjordania contra el traslado de la embajada de EU a Jerusalén en el día en que Israel cumple 70 años se saldaron hoy con 52 muertos y más de 2.000 heridos, en una jornada en la que unas 40.000 personas participaron en marchas hacia la divisoria en la Franja palestina.

A pesar de que el presidente estadounidense, Donald Trump, asegura que el traslado de su legación y el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí «servirá para avanzar hacia la paz», la jornada de inauguración de la legación ha sido sangrienta, con el mayor número de muertos en un día desde 2014.

Según el Ministerio de Salud palestino, en las protestas han muerto 52 personas, en su mayoría jóvenes de entre veinte y treinta años y al menos cinco de ellos adolescentes: uno de catorce años, otro de quince y tres de dieciséis.

Además, 2.410 personas han tenido que ser atendidas, más de la mitad de ellas por heridas de bala o metralla, otras por golpes y contusiones (varias de ellas de las latas que contienen los gases lacrimógenos) y el resto por asfixia a causa de su inhalación.

En Ramala se congregaron más de tres mil personas, que marcharon hacia el puesto de control militar israelí de Qalandia, donde se registraron disturbios con 35 heridos y atendidos por asfixia, y también hubo manifestaciones menores en Hebrón, Nablus y Belén.