El representante del FBI, Dabby Banks, señaló que uno de los ángulos de la investigación busca determinar si el atacante, que fue abatido por la policía, tenía algún tipo de conexión con un grupo radical islámico o si se actuó por su cuenta.
El jefe la policía de Orlando, John Mina, confirmó que el sujeto detonó varios artefactos explosivos cuando fue confrontado por agentes policiales.
Además de los artefactos, el atacante que no ha sido identificado, portaba un rifle de asalto y un revolver.
El incidente detonó la movilización de decenas de agentes de los equipos tácticos de la policía local, que irrumpieron en el local luego que el atacante mantenía como rehenes a los asistentes.
Al menos 20 personas han fallecido y otras 42 resultaron heridas, muchas de las cuales fueron llevadas a hospitales en camionetas particulares porque las ambulaciones fueron insuficientes.
Uno de los testigos indicó que el local estaba muy lleno cuando escucharon los disparos, y que entonces se tiraron al suelo. En una pausa de la ráfaga de tiros, se levantaron y salieron corriendo por la parte de atrás.