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ARGENTINA, 8 de noviembre de 2018.- Un sorpresivo paro realizado en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y en otros más de Argentina afectó a 10 mil pasajeros que se quedaron en tierra y tendrán que reprogramar sus vuelos, en medio de críticas del presidente Mauricio Macri.
Los gremios de pilotos, personal aeronáutico, técnicos y personal superior aeroportuario comenzaron esta mañana una medida en reclamo de un ajuste salarial por inflación, ya que el gobierno había asegurado que este indicador sería del 15 por ciento y ahora será del 50 por ciento al cierre de 2018.
En medio de la crisis económica, múltiples sindicatos están exigiendo nuevos ajustes salariales, ya que el poder adquisitivo se desplomó por la crisis económica.
La protesta del sector aeroportuario obligó a la cancelación de 71 vuelos, lo que provocó un caos tanto en Ezeiza como en el aeroparque metropolitano ubicado en Buenos Aires, y varios aeropuertos del interior del país.
La estatal Aerolíneas Argentinas reiteró en un comunicado su “permanente vocación de diálogo con sus trabajadores”, pero aclaró que el paro no fue acompañado de un planteo formal previo, “lo que impide la posibilidad de conversar sobre las diferencias que pudieran plantearse».
Agregó que la compañía está realizado «los mayores esfuerzos por reubicar a los pasajeros afectados en los vuelos más próximos a su programación original que sea posible».
También explicó que «los pasajeros afectados podrán cambiar sus pasajes por otras fechas o destinos durante un lapso de 30 días, a través de la misma vía por la cual los compraron».
Macri, por su parte, lamentó en un acto público la protesta y advirtió que Aerolíneas Argentinas aumentó de nuevo su necesidad de financiamiento y renovó sus críticas a la reestatización de la empresa realizada por el gobierno de su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner.
“Desde que se estatizó, los argentinos tenemos que poner plata para que funcione, la mayoría de las lineas aéreas no requieren que los ciudadanos pongan plata todos los meses», denunció.
El presidente aseguró que «no es justo que el 95 por ciento de los que no usan los aviones tengan que pagar para que Aerolíneas funcione», aunque no promovió la reprivatización.