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NICARAGUA, 19 de mayo de 2018.- Nicaragua vivirá una tregua de 48 horas a más de un mes de una serie de protestas y enfrentamientos entre opositores al régimen de Daniel Ortega y grupos de choque paramilitares que dejaron más de 60 muertos, y millonarias pérdidas económicas.
En la segunda ronda del Diálogo Nacional, el gobierno de Managua se comprometió “a retirar a sus cuarteles a la policía y a retirar a las fuerzas de choque, mientras que la sociedad civil “deberá aunar esfuerzos para propiciar mejores condiciones al diálogo, normalizar el tránsito (vehicular) y continuar en un mejor clima el lunes 21 de mayo de 2018”.
Desde el pasado 18 de abril, el gobierno de Ortega ha mandado a reprimir las protestas de estudiantes y civiles con fuerzas de choque y paramilitares apoyadas por la Policía Nacional, lo que ha dejado un saldo de al menos 57 muertos, según la cuenta del diario La Prensa.
No obstante, organizaciones de derechos humanos aseguran que son al menos 64 personas las que han fallecido.
Según un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), al finalizar la reunión que duró nueve horas, “todas las partes se comprometen a realizar una tregua el sábado 19 y domingo 20 de mayo en la que el gobierno se obliga a retirar a sus cuarteles a la policía y retirar fuerzas de choque y simpatizantes”, precisa.
La sociedad civil por su parte “deberá aunar esfuerzos para propiciar mejores condiciones al diálogo, normalizar el tránsito y continuar en un mejor clima el lunes 21 de mayo”, día en que se retomará el diálogo y se evaluará el cumplimiento de estos acuerdos.
En el tema de la justicia, las partes destacaron en el comunicado la presencia en la mesa del diálogo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “como institución investigadora que favorece el esclarecimiento de los hechos y la verdad como derecho fundamental del pueblo, con el objetivo de procurar una salida a la crisis del país”.
El gobierno, empresa privada, estudiantes, universidades, sociedad civil, trabajadores, área rural, iglesias evangélicas y comunidades indígenas participaron ayer en la segunda sesión del diálogo nacional, que inició con dos horas de retraso por la llegada tardía de la delegación gubernamental.
En este segundo encuentro no estuvieron presentes la pareja presidencial, Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua y miembro de la Comisión de Mediación, calificó como un “paso importante” la tregua que alcanzaron los sectores en el proceso de diálogo.
“Ha sido unánime, de todos los sectores y representantes del país y del gobierno, hacer como una especie de tregua si se le puede llamar de alguna manera. Es decir, un fin de semana en el que se evite todo tipo de violencia”, manifestó Báez.
Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) y uno de los representantes del sector privado en el diálogo, valoró como positivo este segundo encuentro debido a que se acordó el cese a la represión.
Según Chamorro, la tregua fue propuesta por los obispos de la Conferencia Episcopal. En cuanto a los temas, aseguró que puede hablarse de una “agenda conjunta” entre todas las partes.
Jeancarlos López, de la Coalición Universitaria presente en el diálogo, destacó que por su parte acordaron levantar las barricadas ubicadas alrededor de las universidades que continúan tomadas por estudiantes, en referencia a la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y la UNAN-Managua.
López, líder estudiantil, manifestó que no dejarán las calles y continuarán manifestándose pacíficamente como lo han venido haciendo desde que iniciaron sus protestas contra el gobierno de Ortega.
Medardo Mairena, coordinador del Movimiento Campesino Anticanal, aseguró que ellos no van a retirar los bloqueos en las carreteras, mientras el gobierno no cumpla con las demandas de la población, de que Ortega se vaya del poder.