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NUEVA ZELANDA, 30 de noviembre de 2018.- Otras 51 ballenas piloto murieron varadas en la bahía Hanson, en las islas Chatham, Nueva Zelanda, después de un encallamiento masivo de entre 80 y 90 calderones, del cual menos de la mitad lograron regresar al mar.
El Departamento de Conservación (DOC, por sus siglas en inglés) en Chatham informó haber recibido una notificación de las ballenas varadas por la noche y que cuando su personal llegó al lugar encontró que alrededor de 30 a 40 de los cetáceos habían vuelto al agua.
Sin embargo, indicó que 51 ballenas quedaron varadas y que todas estaban muertas, excepto una, pero que era demasiado tarde para ayudarla a regresar al mar, por lo que el personal decidió dormirla más tarde.
El gerente de operaciones del DOC en las islas Chatham, Dave Carlton, dijo que no se podría haber salvado a la última ballena que estaba viva este viernes, “fue lo más humano que pudimos hacer, fue una decisión terrible que hubo que tomar”, lamentó.
El DOC notificó a las autoridades locales y ya trabajan en conjunto para enterrar a las ballenas donde se encuentran varadas, de acuerdo con reportes del diario neozelandés Stuff.
Este encallamiento masivo se produce después de que 145 ballenas piloto quedaron varadas en la isla Stewart, el pasado sábado, y ninguna de ellas sobrevivió, mientras que 10 ballenas asesinas pigmeas también quedaron muertas en la playa de Northland el domingo siguiente.
El DOC dijo que este tipo de episodios de mamíferos marinos eran relativamente comunes en las costas de Nueva Zelanda.
Los expertos señalan que puede deberse a diversos factores como enfermedades, errores de navegación, características geográficas, mareas que disminuyen repentinamente, la persecución de un depredador o el clima extremo.