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HAWAI, 28 de mayo de 2018.- La lava expulsada por el volcán Kilauea cubrió al menos un pozo “potencialmente explosivo” de la planta geotérmica de la Isla Grande de Hawái, aunque las autoridades descartaron hoy cualquier riesgo.
“La lava del Kilauea cubrió el domingo por la noche un pozo potencialmente explosivo de una estación de energía geotérmica Puno Geothermal Venture (PGV) y amenazó a otro, después de fluir hacia el sitio”, informó este lunes la Agencia de Defensa Civil de Hawai.
En una declaración, la Agencia aseguró que los pozos «son estables y seguros», debido a que se desconectaron con éxito en anticipación a la llegada del flujo de lava del Monte Kilauea, uno de los volcanes más activos del mundo, según reporte de la cadena Hawaii News Now.
Además, personal del complejo PGV, una planta de energía geotérmica que proporciona alrededor del 25.0 por ciento de la energía en la Isla Grande de Hawái, aseguró un segundo pozo contra la liberación de gas, que podría volverse tóxico si se mezcla con la lava.
David Mace, vocero de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, explicó que la lava llegó a la propiedad durante la noche, a unos 200 metros del pozo más cercano, aunque “las precauciones de seguridad entraron en vigencia antes”, subrayó.
«Creo que es seguro decir que las autoridades se han preocupado por el flujo de lava en la propiedad de la planta desde que comenzó la erupción», destacó Mace, tras insistir que la estación de energía geotérmica es «suficientemente segura».
La planta Puno Geothermal Venture (PGV), propiedad de Nevada Ormat Technologies, fue cerrada poco después de que Kilauea entró en erupción el 3 de mayo pasado, a fin de reducir las posibilidades de explosiones de Petano, un gas inflamable que se usa como parte del proceso para generar energía.
Los funcionarios eliminaron a principios de este mes 50 mil galones del gas y bloquearon los 11 pozos en la propiedad para tratar de evitar que la lava llegara al complejo.
El portavoz de la planta Mike Kaleikini confirmó a Hawaii News Now que por ahora no hay indicios de la liberación de sulfuro de hidrógeno, un gas venenoso que se podría generar al golpear la lava a alguno de los pozos.
«La preocupación principal es el dióxido de azufre de la erupción y la lava que llega al lugar. Controlamos el sulfuro de hidrógeno y el dióxido de azufre en forma continua», destacó Kaleikini.
El Observatorio Volcánico de Hawai (OVH) destacó en su más reciente reporte sobre la erupción del Kilauea que una fisura activa en la comunidad de Leilani Estates, comenzó a eructar lava a un ritmo más rápido, forzando a algunos residentes a salir de la zona.
Las fisuras de lava han destruido amplias zonas del lado sureste de la Isla Grande de Hawía, durante las últimas tres semanas a medida que Kilaeau se ha vuelto más activo y peligroso, apuntó el OVH, dependiente de Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
El Observatorio destacó que durante el fin de semana, hubo más de 250 terremotos en la cumbre de Kilauea, con cuatro potentes explosiones el sábado pasado, que enviaron cenizas a una altura de entre los 12 mil y 15 mil pies.
El OVH prevé que este lunes y mañana martes, los vientos en la zona del volcán cambien provocando concentraciones más altas de ceniza y humo volcánico que se extenderán al oeste y al noroeste, lo que podría afectar áreas más pobladas.
El Kilauea, ubicado en el sureste de Hawái, en su extremo suroriental, en la Isla Grande del archipiélago, donde viven unas 185 mil personas, entró en erupción tras un terremoto de 6.9 grados, que generó pequeñas olas de tsunami.
La actual erupción del Kilauea ha sido comparada por las autoridades con la registrada en mayo de 1955, que duró meses y abrió al menos 24 respiraderos volcánicos a lo largo de varias comunidades costeras desde Kalapana hasta Kapoho.