SIRIA, 18 de septiembre de 2018.- La provincia septentrional siria de Idlib recuperó la calma tras el acuerdo alcanzado por Rusia y Turquía para crear una zona desmilitarizada y retrasar así la ofensiva de las fuerzas aliadas al presidente Bachar al Asad contra el último bastión de la oposición en Siria.

«El pueblo se sintió aliviado en estas zonas porque temía una agresión por parte de Rusia, Irán y las bandas sectarias contra los civiles», indicó a Efe telefónicamente el presidente del consejo local de Idlib, Ahmad Firas Alloush.

Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, alcanzaron ayer en una larga y tensa negociación en el balneario ruso de Sochi un acuerdo que suspende la ofensiva anunciada por el Gobierno sirio contra Idlib.

Firas señaló que cuando se informó del acuerdo «la gente se tranquilizó», tras semanas de tensión por la anunciada ofensiva del Gobierno sirio.

«Ojalá esta calma continúe para que los civiles normales puedan hacer su vida cotidiana tal y como lo hacen los demás pueblos del mundo entero», dijo.

«No queremos agredir a nadie, solo vivir en paz,» agregó, asegurando que la aviación rusa y siria no bombardean a los «opositores armados ni a los revolucionarios», sino que atacan «hospitales, universidades, colegios y las casas de los ciudadanos».

El acuerdo alcanzado por rusos y turcos contempla crear una zona desmilitarizada de hasta 20 kilómetros de ancho que dividirá las posiciones de las tropas gubernamentales sirias y la oposición armada respaldada por Turquía.

La zona tendrá entre y 15 y 20 kilómetros de ancho y estará en vigor hasta el 15 de octubre.

Además, se acordó que se repliegue el armamento pesado, tanques y sistemas de artillería de los grupos opositores hasta el 10 de octubre.

El coronel Ahmad Ozman, de la Brigada Sultán Murad del Ejército Sirio Libre (FSA), dijo a Efe que según lo convenido «el Ejército turco se desplegaría a lo largo de los puntos de control en los alrededores de Idlib, el norte de la provincia de Hama y el oeste de la provincia de Alepo».

Agregó que se está negociando la ejecución de lo acordado ayer, sin dar más detalles.

En las últimas semanas diversos países, organizaciones no gubernamentales y agencias de la ONU, incluido su secretario general, António Guterres, han venido pidiendo soluciones diplomáticas para evitar una ofensiva militar en Idlib que provocaría una «catástrofe humanitaria».

La ONU está preparándose para el eventual desplazamiento de hasta 900.000 civiles.

En Idlib viven 2,9 millones de civiles, incluidos un millón de niños, cuyas vidas estarán en riesgo en una zona a la que ha ido llegando población y combatientes que han salido de las provincias que ha recuperado en los últimos meses el Ejército sirio.