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ESTADOS UNIDOS, 9 de julio de 2018.- La Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dijo el domingo que la administración Trump entregó los nombres de casi 100 niños migrantes menores de cinco años que fueron separados de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México.
Un portavoz de la ACLU confirmó a la cadena CNN que el Departamento de Justicia les había dado la lista de nombres, según lo ordenó un juez federal el viernes pasado.
La jueza del tribunal de distrito de Estados Unidos, Dana Sabraw, dictaminó que la administración tenía hasta el sábado por la noche para publicar la lista y hasta el próximo martes definir sus planes para reunir a esos niños con sus familias.
El Departamento de Justicia había solicitado una extensión general en la fecha límite del 10 de julio, al decir que necesitaba más tiempo para realizar pruebas de ADN en algunos de los 101 niños, con el fin de unirlos con sus padres.
Pero la juez se negó a otorgar esa solicitud, al afirmar que el gobierno debe cumplir con el plazo, «a menos que exista una razón articulada».
Funcionarios también dicen que necesitan tiempo adicional para rastrear a docenas de padres que ya no están bajo custodia, incluidos 19 que ya fueron deportados, dijo la abogada del Departamento de Justicia, Sarah Fabian, en una audiencia el viernes pasado, según CNN.
El gobierno del presidente Donald Trump tiene hasta el 26 de julio para reunir a todos los otros niños menores separados de sus padres, mientras que este lunes se llevará a cabo una audiencia para que el juez determine si la administración puede tomar más tiempo para reunir a algunas de las familias.
Trump ha sido criticado por su política de inmigración de «cero tolerancia», que resultó en más de dos mil niños separados de sus padres luego de ser detenidos por cruzar la frontera sin documentos legales de estadía en este país.
Aunque el presidente firmó una orden ejecutiva para frenar la separación familiar, la administración ha sido criticada por no haber trabajado rápido para reunir a las familias.
La reacción ha continuado en medio de informes de niños de hasta un año que han sido obligados a comparecer ante un tribunal de inmigración, muchos de ellos sin representación legal.