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GUADALAJARA., Jal., 24 de abril de 2016.- Para el año 2050 se estima que la población mundial pudiera rebasar los 9 mil millones de personas. ¿Cuántas viviendas, oficinas y otros espacios serán necesarios construir para cubrir la creciente demanda?
Sin duda, la industria inmobiliaria se encargará de esto, pero a medida que se construye también se emitirá una gran cantidad de gases de efecto invernadero que dañará nuestro ecosistema. En el mundo, la construcción inmobiliaria da cuenta del 32 por ciento del consumo total de energía y del 19 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con El País.
Según estimaciones del Banco Mundial, en una región donde 8 de cada 10 habitantes vive en ciudades, los edificios consumen el 21 por ciento del agua tratada, el 42 por ciento de la electricidad y causan el 25 por ciento de las emisiones de bióxido de carbono.
En Latinoamérica aún son pocos los países que están utilizando tecnologías verdes en la construcción o en la utilización de los edificios.
De acuerdo al Índice Global de Edificaciones Sostenibles de Baker & McKenzie, en México, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores realizó un programa denominado Hipoteca Verde con el cual se ofrecían ayudas económicas a viviendas equipadas con accesorios de bajo consumo de agua, gas y electricidad. Esto incluye grifos con sensores, bombillas led y calentadores solares.
En Brasil, la mayoría de iniciativas sobre edificios sostenibles corresponden al sector privado.
No existe una regulación que requiera que parte del consumo de energía provenga de fuentes renovables. Sin embargo, existen algunos incentivos y leyes que intentan promover la adopción de la calefacción solar. El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), cuenta con líneas especiales de financiamiento para la construcción de nuevos edificios o para la renovación de los edificios existentes apuntando a que sean ambientalmente sostenibles y eficientes.
Colombia busca principalmente el uso eficiente de la energía en general, también en nuevos proyectos de construcción inmobiliaria. El Perú, que ha experimentado un “boom” inmobiliario durante los últimos años, también ha mostrado interés en la construcción sostenible.