Elegido presidente para restaurar la democracia en Chile tras la cruenta dictadura de Pinochet (1973-1990), Patricio Aylwin pasará a la historia como el negociador que con moderación navegó las aguas difíciles de la transición chilena.
Fue el primer mandatario electo por votación popular tras el fin del régimen que encabezó Pinochet y que se cobró más de tres mil víctimas, el líder de la Democracia Cristiana (DC) pidió perdón al país por las víctimas de la dictadura un año después de restaurada la democracia, el 11 de marzo de 1990.
Con la voz quebrada, al entregar las conclusiones de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, presidida por el abogado y ex parlamentario Raúl Rettig, entregó un solemne mensaje al país.
“Me atrevo, en mi calidad de presidente de la República, a asumir la representación de la nación entera para, en su nombre, pedir perdón a los familiares de las víctimas”, dijo Aylwin.
Políticos chilenos de toda índole expresaron su pesar por la muerte de Aylwin, entre ellos Michel Bachelet, quien lo calificó como un gran demócrata.