
Viven los tapatíos un viaje en el tiempo con Rostros Ocultos
GUADALAJARA, Jal., 1 de septiembre de 2025.- Allá por el año 2013 se anunciaban en cartelera El Conjuro, una cinta de terror basada en hechos reales que terminaría por convertirse en una de las sagas más importantes del cine dentro de este género.
A 12 años del inicio de esta historia al lado de los investigadores de lo paranormal, Lorraine (Vera Farmiga) y Ed (Patrick Wilson), esta historia parece llegar al final el próximo 4 de septiembre cuando llegue a las pantallas grandes El Conjuro 4: los últimos ritos.
En entrevista, Vera Farmiga habla sobre la trayectoria de esta trama a lo largo de tantos años y que ha marcado generaciones.
¿Te imaginabas el viaje que iba a comenzar para ti hace 12 años?
¡Dios mío, eso fue como hace 5,000 días! ¡Es una locura! En aquel entonces lo único que pensaba era: “Wow, tuve mucha suerte. Me saqué la lotería con este compañero de escena”. Y lo digo en serio. Aunque Patrick (Wilson) y yo tenemos formas de trabajar completamente diferentes, siento que nos complementamos. Yo diría que, en cuanto a lo que aportamos a una escena, somos como el día y la noche. Yo me lanzo de lleno y dejo que la intuición me guíe; Patrick analiza todo hasta el más mínimo detalle y le da un entendimiento impresionante.
Él es quien pregunta cosas como quién entra primero en la escena, y yo soy más del tipo: “No sé, vamos a ver qué pasa”. Él es todo análisis, y yo soy más de “¡hagámoslo ya!”. No podría haber pedido un mejor compañero para dar vida a Ed y Lorraine, a la profundidad de su conexión.
Si en ese entonces me hubieran dicho que esto iba a convertirse en la franquicia de terror más exitosa de todos los tiempos, y que esta pareja iba a ser, probablemente, la más icónica de la historia del género… No sé. La verdad, me alegra no haberlo sabido. No habría querido cargar con esa presión; mis expectativas suelen ser mínimas, enfocadas en lo que yo puedo controlar o aportar.
En esta historia hay un poco de romance, lo cual no suele verse en este género.
¡Es totalmente un romance! Creo que la esencia de Ed y Lorraine, este dúo dinámico, es que no quieres despedirte de ellos. ¿Por qué los amamos? ¿Por qué los fans los aman tanto? Porque son la pareja definitiva, el modelo de lo que significa amar y cuidar de verdad. Nos inspiran porque muestran que el amor no es solo un sentimiento, es una fuerza capaz de sanar.
No solo luchan contra el mal, también nos muestran el poder de la luz, del amor, de la compasión, de perseverar incluso en la debilidad en medio de tanta oscuridad. El mundo es un lugar oscuro, pero ellos nos recuerdan lo mejor de nosotros mismos y lo que deberíamos aportar. Son, en cierto modo, la meta: las personas que queremos ser. Su amor irradia a todos a su alrededor, y son más que personajes: Ed y Lorraine representan el ideal del amor y la compasión.
¿Cómo te sientes al despedirte de Lorraine después de interpretarla tanto tiempo?
No siento que me despida de ella. Siento que la voy a extrañar. Su presencia siempre estará conmigo.
Conociste a la verdadera Lorraine Warren, lo cual es muy especial.
Sí. Patrick y yo, en el poco tiempo que compartimos con ella, nos volvimos muy cercanos. Y durante todo este tiempo la he sentido de la mano, acompañándome en este proyecto. Su presencia siempre está conmigo. La siento como una guía: escucho su susurro dulce, veo la alegría y la gracia con las que vivía. Exudaba amor y paz.
Para mí, Lorraine es como una fuerza invisible que me recuerda suavemente que el amor es mi escudo. Claro que la extraño, pero su presencia es fuerte: basta con pensar en ella para sentirla. Ella ha sido mi compañera en este viaje de El Conjuro. Estuvo en carne y hueso en las dos primeras películas, y sé que en espíritu me acompañó en las últimas.
¿Qué crees que comentará el público al salir del cine tras ver El Conjuro 4: Últimos Ritos?
Creo que ya saben qué esperar: cuando deben agarrarse fuerte, cuandovan a saltar, cuando van a gritar, cuando van a estar al borde del asiento. Pero lo que quizás no esperan es la montaña rusa emocional. Están acostumbrados a los sustos, sí, pero no sé si están preparados para necesitar pañuelos.
Honestamente, esta es la película más emotiva hasta ahora. Sorprende lo personal que se vuelve. Creo que van a llorar mucho, y que esa será una de las cosas de las que más hablen después.