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ZAPOPAN, Jal. 21 de julio de 2025.- Con la misión de plantar 100 mil árboles y lanzar 200 mil bombas de semilla para restaurar áreas dañadas por incendios, en Zapopan arrancó la temporada de reforestación 2025.
Como parte del programa Siembra Zapopan, las áreas de difícil acceso, como los bosques La Primavera, El Centinela y la Barranca del Río Santiago, serán beneficiadas con el lanzamiento de semillas.
Estas acciones se realizan con la participación activa de la Dirección de Medio Ambiente, la iniciativa privada, la academia y la ciudadanía.
“Hoy abrimos las puertas de este nuevo centro educativo para la conservación ambiental en el pleno corazón del Bensedi, un espacio vivo donde habrá talleres, actividades con niñas y niños, capacitación para los colectivos ambientales, senderismo guiado y siembra con conocimiento”, afirmó Estefanía Juárez Limón, coordinadora general de Gestión Integral de la Ciudad.
Además, inició el reto Siembra Vida Zapopan, una dinámica entre las distintas dependencias municipales para reforestar diversas zonas del municipio.
El arranque se realizó con un polígono de tres mil metros cuadrados que fue rehabilitado por la Coordinación General de Gestión Integral de la Ciudad y la Dirección de Medio Ambiente, y ahora será intervenido por la Presidencia y Jefatura de Gabinete.
El municipio de Zapopan cuenta con 50 mil 421 hectáreas de Áreas Naturales Protegidas (ANP), entre ellas el Bosque El Nixticuil-San Esteban-El Diente, el área de Protección de Flora y Fauna La Primavera, la Barranca del Río Santiago, El Centinela, Colomos-La Campana y el Parque Ecológico Municipal Eca Do Queiros.
Muchas de estas zonas han sufrido un deterioro significativo por causas antropogénicas y, particularmente, por incendios forestales.
Frente a este panorama, el Programa Municipal de Reforestación busca restaurar zonas degradadas con base en estudios previos y la prioridad de intervenir espacios con valor ecosistémico.
Por ellos se inauguró el Aula Bensedi, un espacio de educación ambiental al interior del Bosque El Nixticuil-San Esteban-El Diente.
“El Aula Bensedi cuenta con un vivero forestal donde ya realizamos la colecta de semilla y thermoplasma dentro de este mismo Bosque El Nixticuil. Vamos a producir más de tres mil árboles anualmente, mismos que regresarán al bosque y también estarán disponibles para reforestar con apoyo de las y los vecinos”, explicó Miguel Arturo Vázquez, director de Medio Ambiente de Zapopan.
Este espacio rehabilitado también simboliza un esfuerzo por recuperar el tejido social en la zona, ya que por años fue un lugar comunitario utilizado por vecinas y vecinos para actividades ambientales y culturales.
“Esta aula ya existía incluso antes de que esta zona fuera decretada como Área Natural Protegida. En algún momento fue un kínder y centro comunitario. Lo recuperamos después de estar vandalizado y abandonado, para regresarle su vocación de espacio de encuentro y educación ambiental”, agregó Vázquez.
Gracias a las acciones de restauración y manejo de suelos realizadas desde octubre a la fecha, este espacio pasó de estar erosionado e improductivo a ser un terreno viable para la plantación de nuevos ejemplares.
“Este era un espacio degradado, que ya no funcionaba como un corredor biológico, que no tenía las condiciones de suelo adecuadas para plantar ni un solo árbol porque estaba bastante erosionado. De octubre a la fecha pueden ver cómo está regenerado el bosque, cómo recuperamos suelos y cómo estamos ahorita ya en posibilidades de plantar árboles en este espacio”, destacó el funcionario.
Las bombas de semilla –elaboradas con arcilla, abono y semillas recolectadas de los propios bosques zapopanos– permiten llevar vegetación a zonas remotas sin intervención del suelo, ya que la lluvia activa la germinación sin necesidad de herramientas.
“Aquí no solo se va a enseñar a respetar la naturaleza, se va a vivir en ella y con ella y para ella. Por eso les decimos con hechos que este año, a través del programa Siembra Zapopan, nos propusimos plantar 100 mil árboles y ya se dispersaron 200 mil bombas de semilla”, concluyó Estefanía Juárez.
Las especies que integran las bombas de semilla son seleccionadas cuidadosamente, priorizando plantas nativas que ya están adaptadas a las condiciones climáticas y del suelo de la región. Entre ellas se incluyen: guamúchil, huizache, mezquite, palo dulce y otras especies leguminosas que, además de favorecer la cobertura vegetal, mejoran la calidad del suelo al fijar nitrógeno y resistir condiciones de sequía.