
Remesas bajo presión: Entre el miedo, el castigo y la resistencia
La AMAM como eje de transformación
GUADALAJARA, Jal; 7 de julio de 2025.- El Encuentro Nacional de Autoridades de Movilidad, en su trigésima segunda edición, evidenció que la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM) no solo coordina, sino lidera el esfuerzo nacional por reestructurar el sistema de transporte desde una visión integral. En un país que exige soluciones urgentes ante el deterioro urbano, el papel articulador de la AMAM se vuelve indispensable.
Esta organización ha consolidado una plataforma que no solo reúne a representantes de distintos niveles de gobierno, sino que establece puentes entre instituciones financieras, organismos multilaterales y el sector productivo. Su capacidad para traducir objetivos en acciones concretas permite avanzar hacia un transporte más justo, eficiente y descarbonizado.
Ricardo Serrano Rangel, al frente de la AMAM, ha colocado la movilidad como un asunto de justicia social y desarrollo. Bajo su presidencia, la agenda nacional de movilidad ha encontrado coherencia territorial y proyección nacional, estableciendo vínculos con estrategias federales como el Plan México.
Su liderazgo ha sido determinante para que esta agenda se convierta en una política de Estado, más allá de ciclos administrativos. Desde Aguascalientes, Serrano ha demostrado que la voluntad política, cuando se combina con visión técnica, puede desencadenar cambios estructurales en la forma de concebir el transporte público.
El trabajo conjunto con organismos como ANPACT, que preside Rogelio Arzate, y WRI México fortalece esta estrategia. La creación de rutas para la renovación vehicular, el impulso a esquemas tarifarios sostenibles y la apuesta por la electromovilidad muestran que se trata de una agenda con contenido técnico y proyección de largo plazo.
No se trata solo de modernizar unidades, sino de rediseñar el ecosistema completo de movilidad. En este contexto, la AMAM ha logrado algo poco común: alinear a múltiples actores, con intereses distintos, hacia metas comunes y medibles.
Las mesas de trabajo del encuentro dejaron claro que la colaboración interinstitucional no es un discurso, sino un método. Instituciones como SENER, SEMARNAT y BANOBRAS, junto con la banca de desarrollo y expertos internacionales, han encontrado en la AMAM un interlocutor confiable y propositivo.
Esta red de alianzas no solo acelera la descarbonización, también contribuye a la creación de infraestructura más resiliente, modelos tarifarios viables y mecanismos de financiamiento adecuados a las necesidades reales de los territorios.
Serrano y su equipo han entendido que la movilidad no puede reducirse a soluciones aisladas. Lo que se necesita es una política integral que combine normativas claras, incentivos efectivos y una narrativa pública que reivindique el derecho a la ciudad. Desde esta perspectiva, el Consejo Promotor que coordina ANPACT amplía el alcance de la AMAM al sumar al sector privado, no como proveedor, sino como agente corresponsable del bienestar colectivo. Esa lógica colaborativa es la que ha dado legitimidad a este esfuerzo.
Ejemplos como el de Nayarit, con su integración metropolitana y la mejora de su infraestructura urbana, ofrecen pistas de lo que se puede lograr cuando el compromiso local se alinea con una visión nacional. La bicicleta, el transporte público, los vehículos de carga y los esquemas eléctricos ya no pueden analizarse por separado. La AMAM ha impulsado un marco que permite su integración desde una misma lógica de sostenibilidad y eficiencia.
El reto ahora es sostener este impulso. La AMAM no solo ha abierto el camino hacia un nuevo modelo de movilidad, sino que ha establecido las bases para que ese modelo tenga continuidad. Ricardo Serrano ha dejado claro que no basta con tener diagnósticos; se requiere articular soluciones con voluntad política, compromiso institucional y visión estratégica. La movilidad, bien entendida, ya no es un servicio más: es la base sobre la que se construye el futuro de las ciudades.
La decisión de formalizar el mando operativo de la Guardia Nacional en el C4 de Acapulco marca un punto de inflexión en el modelo de colaboración entre gobiernos municipales y fuerzas federales. Esta medida preserva el dominio administrativo, técnico y logístico en manos del ayuntamiento, mientras transfiere la operación directa del sistema de videovigilancia a un cuerpo con capacidad de respuesta inmediata.
Con más de 4 mil efectivos federales en la ciudad y mil cámaras ya instaladas, el municipio, que lidera Abelina López, apuesta por una fórmula que conjuga tecnología, fuerza institucional y control político, en un contexto donde la violencia exige soluciones integradas. Este esquema no es aislado ni improvisado; se enmarca dentro de una estrategia federal que busca replicarse en otras ciudades de Guerrero, como Iguala o Chilpancingo. La vigilancia digital, por sí sola, no transforma entornos violentos; requiere músculo operativo y decisiones políticas.
La semana pasada se llevaron a cabo las Mesas de Trabajo Multilaterales en el Congreso de la Unión, Suprema Corte de Justicia, Senado de la República, Cancilleria y Consejo Coordinador Empresarial, organizadas por la colectiva 50 más 1 Internacional, y con el respaldo de autoridades como Ricardo Monreal, Pedro Haces, la Ministra Yasmin Esquivel, la magistrada Mónica Soto, el jefe de oficina en Cancillería Roberto de León y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes.
Al abordar temas como la innovación tecnológica liderada por mujeres, la participación económica y la atención urgente a la violencia de género, esta red demuestra que el liderazgo femenino ya no es una aspiración lejana, sino una realidad que exige ser reconocida e impulsada.
La organización, liderada por Ma. Elena Orantes, nacida en México y con presencia en varios continentes, ha logrado tejer puentes entre países y sectores, haciendo de la paridad un instrumento de transformación.