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TEUCHITLÁN., 13 de marzo de 2025.- Después de que el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, anunciara que la Fiscalía General de la República atraería las investigaciones sobre los hechos en el Rancho Izaguirre, en La Estanzuela, municipio de Teuchitlán, se dieron cita en este lugar para continuar las investigaciones integrantes de la Comisión Nacional de Búsqueda, la Fiscalía del Estado, la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas, la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, pero sobre todo, integrantes del colectivo Guerreros Buscadores.
Con el resguardo de elementos de la Guardia Nacional y bajo un intenso sol y viento, las autoridades estatales y federales escucharon la exigencia de los colectivos de que no dejen de buscar en cada rincón de este sitio y que incluso, de ser necesario, levanten los lugares donde hay piso de adoquín.
En la explicación de lo que están haciendo en este sitio también estuvieron presentes integrantes de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas como Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos (FUNDEJ), debido a que este hecho ha llamado la atención en todo el país y de colectivos que buscan a sus seres queridos desde todos los estados de la República.
Durante la búsqueda de más indicios, surgió la versión de que habían encontrado otro horno crematorio, pero de acuerdo con lo informado al final de la jornada por el Gobierno del Estado no fue así, lo que sí encontraron de manera oficial fueron más fragmentos óseos, prendas e indumentaria.
Las autoridades insistieron en que cualquier persona, sin importar de qué estado de la República sea, considera que, su ser querido desaparecido pudiera estar en este rancho, pueden consultar la base de datos de la Fiscalía del estado de Jalisco a donde están subiendo y actualizando constantemente el inventario con fotografías de zapatos, prendas de ropa, mochilas, bolsas, libretas, medicamentos, joyería y demás artículos personales
Los participantes de esta jornada constataron que no existen estructuras que fungieran como hornos, pero sí la existencia de habitaciones, baños, cocina, bodegas, un área de adiestramiento táctico y otra de acondicionamiento físico en dicho predio.
Fueron incorporadas herramientas tecnológicas, entre ellas drones multiespectrales y térmicos, y técnicas geofísicas como georradar, análisis electromagnético y estudios de resistividad eléctrica.
Esto, permitió generar tomografías para detectar anomalías del subsuelo que pudieran estar relacionadas con inhumaciones clandestinas.
Estas acciones fueron bien recibidas por los integrantes de los colectivos, sin embargo, reiteraron en el llamado a que, sin buscar culpables, ni importar las autoridades que se hagan cargo, federales o estatales, no dejen de buscar porque existe la esperanza de miles de familias de que pueda existir en este lugar que muchos han llamado campo de exterminio, la mínima esperanza de encontrar indicios que los lleve a la respuesta de dónde está su ser querido y qué paso con ella o con él.
De acuerdo con lo informado por las autoridades el compromiso es que las labores de búsqueda, las investigaciones, el acopio de indicios, y la publicación de pertenencias será permanente.