
Apoya Comude Guadalajara a los Astros de Jalisco
GUADALAJARA, Jal., 5 de marzo de 2025.- Reza aquel viejo adagio futbolero: equipo que estrena técnico, gana. La noche de este miércoles se ha cumplido. Un Clásico Nacional cargado de presión. Sin exceso de emociones. Con la tensión de que es una eliminatoria de 180 minutos. Un autogol ha decidido todo. Chivas ha mostrado al menos una actitud distinta. Y con eso le ha bastado para vencer al América por 1-0, en la Ida de los Octavos de Final de la Copa de Campeones de Concacaf.
Los primeros minutos en el Estadio Akron han sido de dominio visitante. Los de Coapa se adueñaron de la pelota. Incluso se escucharon olés de la grada. Pero alta claridad. Al minuto 14, Erick Sánchez apareció en la orilla del área grande para controlar un pase retrasado. Soltó un disparo potente que con apuros tapó la defensa, al ‘14. Enseguida, se protestaba una mano de Gilberto Sepúlveda. Nada se marcó.
Guadalajara estrenaba técnico. En la banca hacía su debut como rojiblanco Gerardo Espinoza, quien dirigió sólo un entrenamiento antes de este encuentro. Por eso, decidió no moverle demasiado. El Rebaño Sagrado mantuvo la línea de cinco. Fue superado en el arranque del encuentro. Los rojiblancos defendían con apuro y no generaban al frente.
La primera de verdadero peligro llegó para las Águilas al minuto 27. Álvaro Fidalgo, con la inteligencia que le caracteriza, encontró el espacio vacío entre defensores y recibió sin marca. Cuando entró al área, tenía todo a su favor para abrir el marcador. Lastimosamente para su causa, definió con un zapatazo al que le falta potencia y dirección. Raúl Rangel recostó para atrapar el balón.
América era amplio dominador del encuentro. Probaba con disparos de larga distancia que salían desviados o encontraban en las manos del Tala, el oxígeno que tanto necesitaba el conjunto local. También atacaba por las bandas, pero sus centros eran constantemente rechazados por alguno de los tres zagueros centrales del Guadalajara.
La superioridad sólo hacía falta reflejarla en el marcador, pues en el futbol todo dominio que no va a la pizarra es mera demagogia. El último intento serio de la primera parte llegaría al ‘42, cuando Erick Sánchez encontró la redonda fuera del área y prendió un disparo potente que pasó a centímetros del poste. La primera parte terminó sin un solo tiro de Chivas, que pese a todo mantenía el 0-0.
Para el inicio del complemento, el cuadro rojiblanco salió con los mismos nombres, pero diferente actitud. Por fin pudo tejer un jugada colectiva al ‘48. El esférico terminó en pies de José Castillo, quien soltó un disparo potente y con dirección de arco. Pero Luis Ángel Malagón apareció con una gran intervención. Voló y desvió a tiro de esquina.
América ya no llegaba con tanta frecuencia. Chivas había logrado equilibrar el trámite del encuentro. La tensión seguía presente en la cancha del Estadio Akron. Entró Javier Hernández de cambio en lugar de Alan Pulido. El nuevo técnico rojiblanco no quería arriesgar. En un eliminatoria donde el gol de visitante es el primer criterio de desempate, guardar el cero era fundamental para los locales.
Aquella superioridad de las Águilas no existía más. Guadalajara creyó en sí mismo. Roberto Alvarado tomó el esférico por izquierda. Se acomodó a la zurda. Lanzó un servicio pasado a segundo poste. Entró sin marca Mateo Chávez. El joven rojiblanco puso la pelota al centro con un cabezazo. Luis Ángel Malagón voló para desviar con un puño. La redonda rebotó en la cabeza de Sebastián Cáceres. Terrible fortuna: directo a su propio arco.
La redonda terminó en las redes. La tribuna explotó en júbilo. Los rojiblancos se abrazaban sobre el terreno de juego. Autogol al ‘76. Guadalajara tomaba ventaja. Supo sufrir en los momentos de mayor apremio y ahora tenía la ventaja perfecta, sin recibir gol en contra. Sabedor de eso, el conjunto de Coapa no tenía más remedio que lanzarse al frente en busca de un gol que lo pusiera en inmejorable posición para pensar en la siguiente ronda.
Raúl Rangel tuvo manos salvadoras al minuto 83. Erick el Chiquito Sánchez soltó la pierna desde fuera del área. El disparo iba botando, difícil para el guardameta. Tala se tendió y logró tapar, pero el rebote quedó en el área, justo a merced de Henry Martín. Parecía un gol cantado para el atacante. Pero el arquero se recompuso a toda velocidad. Desvío el disparo potente a tiro de esquina. Tremenda intervención para mantener la ventaja mínima.
América insistió al frente, como era su obligación. Pero el Rebaño Sagrado resistió estoico. El silbatazo final desató la algarabía de los aficionados rojiblancos. La ventaja es de Chivas. Se cumplió aquel viejo adagio futbolero: equipo que estrena técnico, gana. Pero la obra está lejos de completarse. La Vuelta se disputará el miércoles de la próxima semana. Las Águilas deben ganar para seguir con vida. Al Guadalajara le basta con un empate.