Visión Financiera
Oxígeno
México y Canadá compraron un mes de oxígeno para frenar la amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25 por ciento a productos de ambas naciones que ingresen a Estados Unidos; aunque el plazo fue el mismo, la prisa corre más en territorio mexicano.
Propios y extraños aplaudieron la negociación de Claudia Sheinbaum con Donald Trump, que se concentró en varios acuerdos: Estados Unidos frena durante un mes, imposición de aranceles del 25 por ciento a productos mexicanos a cambio de que México demuestre su compromiso con detener el tráfico de fentanilo y el paso de migrantes ilegales, colocando en la frontera una muralla de 10 mil soldados.
Por su parte, Sheinbaum pidió apoyo a su homólogo para que su gobierno trabaje para evitar el tráfico de armas de alto poder a México, armas que empoderan a los grupos criminales.
Trump, sin alejarse de su discurso amenazante, declaró que las negociaciones serán encabezadas por el secretario de Estado Marco Rubio, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, junto con representantes de alto nivel de México, para: “intentar” llegar a algún acuerdo.
En la esperada llamada telefónica Sheinbaum-Trump, estaban en juego pérdidas calculadas por 740 mil millones de dólares de comercio bilateral, en caso de que Estados Unidos accionara la imposición de aranceles, advirtió días atrás la empresa de análisis de riesgo Moody’s, a lo que se suma que Estados Unidos consume el 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.
La audaz capacidad de diálogo de la presidenta Sheinbaum, fue reconocida durante la conferencia mañanera por el secretario de Economía Marcelo Ebrard, otrora adversario en las internas para buscar la candidatura presidencial de Morena.
Ante el escenario convulso alentado por el ADN bélico del presidente de Donald Trump, se requiere unidad, cabeza fría e inteligencia para sortear los embates de la política exterior de los vecinos del norte, y el buen resultado obtenido por el equipo mexicano, da una señal de esperanza por el bien del país.
Trump también se refirió a la presidenta Sheinbaum con respeto, dijo que le caía bien, pero advirtió que eso no era suficiente para evitar represalias, en caso de no ver avances.
Dijo Churchill: “Quien se humilla para evitar la guerra, tendrá la humillación y tendrá también la guerra.”, en este caso no aplica, si revisamos las declaraciones de Sheinbaum sorteando los dardos envenenados lanzados por Trump. Ha actuado de forma respetuosa, pero enfatizando la defensa de la soberanía nacional, nunca se enganchó y mostró altura de miras que fueron desarmando a su homólogo hasta llegar a un momento crucial: adquirir un mes de oxígeno para neutralizar la amenaza latente de la imposición de aranceles, en la segunda era de Trump.