Tortas para los tragones/Antonio Sánchez

Auxilio: México 

SOS, México se encuentra sumergido en la violencia y no es por culpa de Felipe Calderón, ese pretexto quedó en el pasado y la gran problemática sigue más presente en todos los rincones.

El país peligra en manos de la delincuencia organizada. Los delincuentes les han tomado la medida a los gobernantes y no hay quien pueda o quiera ponerles un alto.

Tan es así que los políticos tienen que mentir para ocultar sus relaciones o fracasos en contra de los criminales.

Hace unos días la Fiscalía General de la República dejó al descubierto un hecho sin presidentes, la gran mentira y montaje del Gobierno de Sinaloa, con Rubén Rocha Moya al frente.

Montaje en el que se aventuraron a decir que el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y diputado federal, Héctor Cuén, había ocurrido en una gasolinera y era el robo la principal línea de investigación del asesinato del político.

En su afán de ocultar, informaron de manera oficial que un video difundido de una gasolinería donde se mostraba a dos sujetos a bordo de una motocicleta que se acercan a la camioneta en la que viajaba Héctor Cuén y abrieron fuego en su contra supuestamente fue porque los presuntos ladrones intentaron robar el vehículo.

La gran mentira surgió luego de que fuera difundida y menospreciada por nuestros políticos una carta de Ismael El Mayo Zambada, fundador del Cártel de Sinaloa, en la que detallaba que Héctor Cuén había sido asesinado en Huertos del Pedregal, un lujoso centro de eventos, donde habían sido convocados El Mayo, Cuén y el gobernador Rubén Rocha Moya.

La duda entró en todos los que leyeron el escrito, pero nuestras autoridades afirmaban que lo dicho por El Mayo era totalmente falso y la versión oficial era el intento de robo del vehículo del exrector.

Todo se desmoronó y la falsedad salió a relucir dejando al descubierto que México vive su peor crisis de seguridad, pues la Fiscalía General de la República informó que las investigaciones en torno al secuestro de Ismael El Mayo Zambada, el homicidio del doctor Héctor Cuén, así como de la desaparición forzada de varias, llevaban a los especialistas a la misma finca de la que se llevaron al capo y donde se localizaron indicios de sangre que corresponden al exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

La investigación está, los indicios están, la relación Gobierno-delincuentes está; sin embargo, a la presidenta, Claudia Sheinbaum, le preocupa más el que no le tumben la reforma Judicial.

Es cierto que recibió un país en llamas, oculto en la mentira, pero también es cierto que poco, o mejor dicho, nada ha hecho por apaciguar las aguas, pues cada día que pasa en su mandato el país se pone más peligroso para los habitantes.

Asesinatos y multihomicidios en Sinaloa, carros bomba en Guanajuato y Guerrero se suman a la crueldad criminal que sigue contabilizando víctimas en su haber.

El país está lanzando un grito de SOS, grito que topa en oídos sordos de los políticos que nos gobiernan pues primero está el no salir raspados y tratar de tapar el sol con un dedo, y segundo está el lograr las reformas pone en peligro aún más la paz del país, pues queda claro que se es capaz de todo, incluso de mentir, para tener y cuidar las relaciones entre criminales y políticos, por lo que la reformas llevan un dardo lanzado a cuidarse entre sí.