Doblega Charros a Naranjeros e iguala serie en Hermosillo
GUADALAJARA, Jal., 3 de octubre de 2024.- Finalmente, el culpable salió la luz. Este jueves no fue un día común en Verde Valle. Lo que tenía que haber sido una simple rueda de prensa previo al Clásico Tapatío, terminó en un gran susto para los medios de comunicación, por la explosión de un barreno o petardo, como se le conoce, dentro de la sala donde estaban reunidos periodistas, fotógrafos y camarógrafos.
Roberto el Piojo Alvarado confesó, un par de horas más tarde de lo sucedido, que había sido él quien ocasionó el incidente, al gestionar de forma inadecuada lo que llamó una “broma” con sus compañeros de equipo. Incluso, ofreció las disculpas que originalmente solicitaban los representantes de los medios de comunicación cuando ocurrió el lamentable acto.
La mañana de este jueves, un barreno hizo explosión a los pies de un camarógrafo que se encontraba acomodando un micrófono en la bocina de la sala de conferencias para así tener un buen audio de los futbolistas que habrían de hablar más adelante, José Castillo y Fernando Beltrán. El estruendo aturdió a varios de los presentes.
Otro fotógrafo recibió un impacto por una piedra que se encontraba en la estructura del barreno. El rostro del camarógrafo que más cerca estuvo del incidente quedó enrojecida. Varios de los presentes referían aturdimiento e incluso entumecimiento de algunas partes del cuerpo expuestas a la ola expansiva de la explosión varios minutos después de lo sucedido.
A la gente encargada de la atención a medios se les solicitó de inmediato una disculpa por parte de quien hubiera sido responsable. En ese momento no se conocía su identidad. Al no existir tal disculpa, la mayoría de los periodistas decidieron abandonar la sala de prensa y no quedarse a la conferencia previa al Clásico Tapatío del próximo sábado.
Tiempo más tarde, los responsables de comunicación en Chivas buscaron afuera de Verde Valle a los reporteros que tuvieron que pasar por este incidente. Fueron invitados a entrar de nuevo en las instalaciones. Ahí, se les reiteró la disculpa institucional. Entonces apareció también Roberto Alvarado para reconocer que había sido el culpable.
Explicó que se trataba de una broma con otros de sus compañeros. Que no tenía intención de involucrar a la prensa en esto. Y que fue un penoso accidente el que dicho barreno haya ingresado a la sala de prensa. Así, quedó cerrado el tema. Aunque la directiva de Chivas tendrá mucho que trabajar, pues aunque no pasó a mayores, quedan preguntas en el aire, como ¿qué hace un futbolista profesional en posesión de pólvora, algo que es ilegal y prohibido? ¿O qué pasaría sin a “broma” sale aún más de control y se lesiona a sí mismo a un compañero?