¡¡¡Plop!!!/Salvador Echeagaray

Imagen electrizante, se cimbra el escenario. Contornos fuera de serie. Voz de estruendo.   Masas atónitas, embelesadas, impactadas.

Un antes y un después en la música. 

El solitario del hotel, el de los zapatos de ante azul, el encarcelado del rock.

Ya adivinó. Así es, influyó, enormemente, en el cambio de  la música. Unido a ello, cambió la vida de millones. ¿Para bien? El tiempo lo diría…

Pero, ¿porqué en una columna, básicamente de filosofía, escribimos sobre Elvis Presley? También, ya adivinó por la influencia que tiene este arte en la gente.

La música genera comportamientos. La música influye en la -psiqué- de las personas.

La música condiciona la manera de pensar, de actuar, de ser.

La música influye; mueve a las masas hacia el bien o hacia mal.

La música hasta puede condicionar revoluciones. Estás pueden ser, culturales o cruentas.

Pero, no nos olvidemos del personaje que nos compete hoy, Elvis Presley, quién muriera un 16 de agosto de 1977.

¿En resumen fue buena su influencia?

Sin duda, fue el principal responsable de que el rock and roll se hiciera popular en casi todo el mundo. 

Una voz potente y seductora. Un joven bien parecido capaz de enamorar a la más atractiva chica. Un personaje que en la juventud de la década de los 50 fue modelo de imitación para su país natal, Estados Unidos y, la mayor parte del mundo.

Sin embargo, aunque hoy en día Elvis Presley es un «Santo», comparado con la mayoría de los actuales cantantes famosos,

el rock and roll, mayoritariamente popularizado por él, abrió las puertas para que, paulatinamente, con el transcurso del tiempo, la música se fuera degradando.

Claro, sino hubiera sido Elvis habría sido otro. Estamos de acuerdo, pero Elvis aceleró el proceso. Seguiremos con el tema en la siguiente entrega.

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– Mamá ¿me puedo peinar con un súper copete?

– ¿Para qué?

– Para parecerme a Elvis.

– ¡Claro que nó!

– Entonces, ¡Me voy a tatuar la cara para parecerme a Nodal!

¡¡¡PLOP!!!