Visión Financiera/Georgina Howard
Desafortunada declaración de Claudia Sheinbaum
Recientemente, la Dra. Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, hizo una declaración que ha generado preocupación y descontento entre los jaliscienses. La futura mandataria anunció que no convocará a Jalisco a sus reuniones con gobernadores electos o en funciones hasta que se resuelva la impugnación en curso sobre el resultado de las elecciones en el estado. Esta decisión plantea serias interrogantes sobre el compromiso de Sheinbaum con el principio de gobernar para todos los mexicanos, independientemente de sus inclinaciones políticas.
Apreciable lector, quiero plantear mi opinión también como jalisciense, pues encuentro estas declaraciones profundamente preocupantes. La función de un presidente no debería limitarse a aquellos que simpatizan con su visión política. Al contrario, la responsabilidad de gobernar incluye la obligación de servir a todos los ciudadanos por igual, sin importar su afiliación política o regional.
Es particularmente desconcertante observar cómo algunos comunicadores y analistas celebran esta postura. La prioridad debe ser el bienestar de nuestro estado y del país en su conjunto, por encima de cualquier consideración partidista. El pacto federalista, que sustenta la estructura de nuestra nación, debería prevalecer sobre las simpatías y antipatías políticas.
Jalisco es un pilar fundamental de la economía nacional. Aporta alrededor del 8% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, a pesar de recibir solo el 2% de la recaudación federal. Nuestro estado no solo es un líder industrial, sino también un centro neurálgico en sectores tan diversos como la agroindustria, la electrónica, el automotriz, la construcción, las artesanías y muchos otros. Y es que, durante el año 2022, Jalisco contribuyó con el 13.8% del Valor Agregado Bruto (VAB) de las actividades primarias, incluyendo agricultura, ganadería y pesca. Estos datos subrayan la importancia económica de Jalisco para la nación.
La presidenta electa debe reconocer y respetar la autonomía de nuestro estado. La independencia en la contabilización de votos, tanto federales como locales, es un reflejo de la diversidad política y administrativa de México. Además, el respeto al pacto federal es esencial para mantener la cohesión y la integridad de nuestro país. No podemos permitir que la política partidista desvirtúe los principios fundamentales que sostienen nuestra unión nacional.
Jalisco merece ser tratado con justicia y respeto, sin ser objeto de exclusión por motivos políticos.