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GUADALAJARA, Jal., 12 de junio de 2024.-Con un show lleno de nostalgia y ante un recinto abarrotado, Enrique Bunbury volvió a Guadalajara, con una gira pequeña tras su regreso a los escenarios, para cantar sus éxitos y temas de su nuevo disco Greta Garbo.
Como reloj suizo, en punto de las 21 horas se apagaron las luces del Estadio 3 de Marzo, para que más de 30 mil personas gritaran de emoción por volver a ver al cantante español en lo que será su última gira.
Los términos de mi rendición fue con la que abrió en espectáculo que estuvo conformado por 25 canciones.
“Buenas noches Guadalajara”, dijo Bunbury para que todo el lugar comenzara a gritar “Enrique, Enrique, Enrique”.
Nuestros mundos no obedecen a a tus mapas y Cuna de Caín siguieron en el espectáculo donde Bunbury sacaba sus pasos emblemáticos, luciendo un trae negro con una mascada roja y sus lentes oscuros.
“Guadalajara muchísima gracias”, dijo Enrique mientras interpretaba Despierta. Le siguió Hombre de acción, donde las pantallas proyectaron imágenes de luchadores.
“¡Guadalajara! Hermanas y hermanos tapatíos, que inmenso placer ver esta hermosura, vernos de nuevo las caras, los brazos. No saben lo agradecido que estoy de reencontrarme con todo ustedes. Tenemos canciones nuevas, canciones de todas las épocas, desde las primeras épocas de Héroes del Silencio, de los Santos Inocentes, para ustedes esperando que disfruten el show”, comentó Enrique.
La noche siguió con El rescate, Cualquiera en su sano juicio e Invulnerables, donde el calor que está haciendo en la ciudad hiciera de las suyas para que Bunbury se despojara de su saco. Más alto que nosotros sólo el cielo y que tengas suertecita, sonaron en el recinto.
Recordó el exintegrante de Héroes del Silencio de su última presentación en Guadalajara donde tras su concierto en el Auditorio Telmex anunció que frenaba su gira y decía adiós a los escenarios por un problema de salud que el estaba impidiendo cantar.
“Hace tan solo dos años no pensaba que volviéramos a encontrarnos, yo cantando para ustedes. No tenemos por qué dar asentadas las cosas. Es un milagro que tengamos una segunda, tercera, no sé cuántas oportunidades llevo, no las cuento. Muchas gracias”, expresó para cantar Alaska, preámbulo de una de sus canciones más esperadas, Extranjero, donde el coro fue interpretado por sus miles de fans.
Haciendo un llamado a que apuesten por el Rock and roll, Enrique Bunbury salió con su guitarra para entonar Apuesta por el R’n’r. Porque las cosas cambian continuó y en De todo el mundo se bajó del escenario para el placer de los fans que estaban cerca de la valla, porque pudieron tocarlo y verlo de cerca cantar casi todo la canción.
El estallido de júbilo se escuchó cuando los acordes de Entre dos tierras sonaron, aquí Enrique mostró esa energía que siempre le ha caracterizado.
El ritmo y baile se hizo presente con Sí y el romanticismo no faltó con Lady Blue, que fue la falsa despida de Enrique. El público comenzó a gritar su nombre e iluminar el recinto con sus celulares.
“Woow muchas gracias. Ese es mi mariachi de Guadalajara. Que belleza”, fueron sus palabras en su regreso al escenario para interpretar Parecemos tontos.
Para dejar con buen sabor de boca dejó Enrique sus canciones más emblemáticas: Infinito, Maldito duende, en esta última volvió a bajar del escenario para colarse en el otro extremo de la valla para saludar a sus fans.
La constante se hizo presente, donde una vez más se despidió y agradeció a sus músicos, pero todavía quedaba algo… Y al final fue a hora sí la que cerró las dos horas de concierto donde se entregó Enrique Bunbury a un público que llenó el lugar.
Con esto, el español dice adiós a lo que podría ser su adiós de los escenarios, pero los fans se quedan con la esperanza de que el músico reflexione de nuevo y siga deleitando a todos con su voz.