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PARÍAS, Fran., 10 de febrero de 2024.- El Festival de Clermont-Ferrand, Francia, (2-11 febrero), uno de los eventos más destacados en el mundo del cortometraje, ha sido testigo del surgimiento de joyas cinematográficas que desafían convenciones y exploran nuevas fronteras narrativas. Entre ellas, destaca Entre las sombras arden mundos, dirigida por el talentoso colombiano Ismael García Ramírez, quien no solo ha cautivado al público, sino que también ha sido galardonada con el prestigioso premio al mejor corto queer.
La trama de este cortometraje nos sumerge en un viaje emocional a través de los ojos de Ramona, una mujer que, recién abandonado su hogar, se aventura en un barrio desconocido. En este entorno, se reencuentra con su hijo y, en busca de refugio, se sumerge en una noche llena de encuentros y vivencias junto a él y sus amigos.
Lo que sigue es un recorrido por las calles nocturnas, montados en motocicleta, sumergiéndose en fiestas y conversaciones profundas sobre temas que trascienden los límites de lo convencional. Droga, sexo y otros aspectos de la vida contemporánea son abordados con una franqueza que desafía las normas sociales, particularmente cuando provienen de la figura materna.
Lo más notable de Entre las sombras arden mundos es su estilo visual distintivo. Ismael García Ramírez opta por un constante desenfoque de las imágenes, creando un ambiente onírico que nos sumerge en un mundo de sueños y realidades entrelazadas. Esta técnica no solo es estéticamente llamativa, sino que también refuerza la atmósfera surrealista y evocadora del cortometraje.
El film es más que una historia sobre una madre y su hijo en una noche de aventuras. Es un retrato íntimo de la búsqueda de identidad, la liberación de las normas sociales y la exploración de los límites de la experiencia humana. La narrativa queer se entrelaza con la exploración del individuo en un entorno marginalizado, creando un diálogo poderoso sobre la diversidad y la aceptación.