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GUADALAJARA, Jal., 18 de octubre de 2023.- Nos encontramos en el mes de octubre que es cuando se realizan múltiples actividades para generar conciencia sobre lo que significa el cáncer de mama, la principal causa de muerte de las mujeres mexicanas, y cómo se puede curar si se detecta a tiempo.
Pero poco se habla de lo que pasa después, de lo que experimenta la mujer que sobrevive al cáncer, pero se encuentra con su cuerpo mutilado al haber perdido uno o ambos pechos, y por supuestos, con un grave daño a su autoestima y su seguridad emocional.
El Instituto Jalisciense de Cirugía Reconstructiva cumple entre muchas funciones, el de ayudar a las mujeres que pasaron por el cáncer de mama a reconstruir sus pechos y sus vidas; sin embargo, su director, Ignacio González García explicó que no todas las mujeres quieren pasar por una cirugía más, o no todas tienen las condiciones médicas para ello.
“La decisión se debe de tomar de manera multidisciplinaria, hay modalidades que podemos hacer para reconstruir las mamás que puede ser de manera inmediata, pero la indicación nos la da el equipo de oncología quirúrgica, dependerá del tipo del tumor, la estirpe celular o tamaño para determinar si es factible la reconstrucción de manera inmediata”.
Explicó que son múltiples las técnicas para reconstruir las mamas, desde el uso de materiales aloplásticos como prótesis y expansores hasta tejidos propios, además de que la técnica elegida depende del tamaño del tumor, de la terapia de la paciente, como radiación o quimioterapia, la cantidad de piel, o si existen otras enfermedades, la edad, los hábitos, es decir, cada caso debe recibir una atención particular.
González García relató que después de haber conocido múltiples historias y casos en esta Instituto, ha aprendido que todos son procesos, porque incluso hay pacientes que ni siquiera están interesadas en tener unos pechos perfectos, sino lo más parecidos posibles a los que se tenían antes, aunque la tendencia es que cada vez más mujeres sí quieren la reconstrucción, y mucho tiene que ver la promoción de los grupos de ayuda para que se vuelvan a sentir las que eran previo al cáncer.
“El estándar de oro de lo que se habla actualmente en el mundo es utilizar ese tejido abdominal que en lugar de tirarlo a la basura o desecharlo, se puede utilizar siempre y cuando respetemos la circulación para reconectarlo y darle viabilidad”.
Insistió en que reconstruir no es solo una decisión de estética, sino que está considerado parte del proceso curativo del cáncer por las repercusiones emocionales.
“Hay personas que viven de la relación anatómica de su cuerpo y hay que se abiertos para escucharlos y habrá personas que no les interese tanto el reconstruirse, y también es válido, la decisión más importante la tiene cada persona”.
En este Instituto las cirugías más comunes son las de labio paladar hendido y la reconstrucción mamaria, de estas, en promedio 20 al mes.
El año pasado el secretario de Salud, Fernando Petersen afirmó que la meta era realizar 600 reconstrucciones mamarias anuales entre el Instituto Jalisciense de Cancerología y el de Cirugía Reconstructiva, toda vez que cada año se detectan cerca de 700 casos nuevos de cáncer de mama.
El director del IJCR puntualizó en que con este tipo de acciones se demuestra que la cirugía plástica es mucho más que una intervención que pueda entenderse por simple vanidad o como algo superficial, porque sí puede reconstruir por completo la vida de una persona que enfrentó una enfermedad con peligro de muerte.
Y por supuesto, como siempre, el llamado fue a acudir a las instituciones públicas reconocidas o si acuden a un cirujano particular tener mucho cuidado con los charlatanes que se ostentan como tales y pueden poner en riesgo las vidas de los pacientes.