Determina TEPJF que debe continuar proceso electoral del PJ
IR AL ANTRO
Maestro: – La inteligencia nos muestra lo que es bueno y lo que es malo. –
Alumno: – Profe, pero, eso de que si algo es bueno o malo es relativo. –
M: – ¿Cómo? –
A: – Sí, para mí lo que es bueno, puede ser malo para otro. –
M: – Bueno, sí podemos llegar a saber qué es bueno y qué es malo. –
A: – A ver, por ejemplo, para mí ir al antro es bueno para otro puede ser malo. –
M: – Bien, pues para saber si algo es bueno o malo, es necesario recurrir a las fuentes de moralidad. –
A: – ¿A las qué? –
M: – Fuentes de moralidad, que son tres criterios que nos dicen cómo juzgar un acto. –
Estas son objeto, fin y circunstancias. –
A: – ¿A ver?
M: – Fíjate. El objeto es la esencia del acto, es lo que es en sí. El fin es lo que pretende la persona que actúa. –
A: – ¿Y las circunstancias? –
M: – ¡Ah! Esas son las situaciones que rodean al acto, como lugar, tiempo, modo, etc. –
A: – ¡Uff! Está complicado. ¿No? –
M: – Mira, el objeto del acto es la esencia. Tú me estás preguntando que si es malo ir al antro.
¿Cuál sería tu fin, tu intención? –
A: – ¡Pues divertirme! –
M: Ok, aquí tu fin es divertirte, y coincide con la esencia de ir al antro que es la diversión. –
A: – ¡Obvio! –
M: – En este caso las circunstancias son las que decidirían la bondad o maldad del acto. Si tú te diviertes, emborrachándote y drogándote, pues, el objeto y el fin, aunque eran buenos, ya se dañaron por las circunstancias. –
A: – ¡Uh! Pero ¿por qué habría que estar mal emborracharse? –
M: – Ah, pues ponte a pensar que al estar embriagado pierdes el control sobre ti mismo. Puedes dañar a otros y a ti. Por ejemplo, si decides manejar en ese estado, pues, estás más propenso a chocar y tantas cosas que pueden suceder. No es malo beber alcohol, pero con moderación y si tomaste, mejor no manejes. –
A: – ¡Oh, pues, si le pongo algo de humildad y sinceridad, creo que tiene razón, profe! –
M: – Gracias, pero en conclusión. Ir al antro no es malo. Todos necesitamos divertirnos, pero ¡qué mejor que lo hagamos en sana diversión! –
A: – A propósito ¿Usted va a los antros? –
M: – No. A mí me gusta hacer reuniones bohemias, tocar la guitarra y cantar. –
A: – ¡¡¡Uy, qué aburrido!!!
¡¡¡PLOP!!!
El autor es Director del Departamento de Filosofía de la UAG.