Visión Financiera/Georgina Howard
La esperanza
Cada cuatro años en nuestro país renace la esperanza, Y se preguntaran, ¿en qué? ¿La esperanza en algún político? No. Eso es cada seis años y siempre nos llevan de la esperanza al desencanto. ¿Quizá la esperanza en algún partido? Sí, pero no se trata de las elecciones. Sino del partido número cinco en un Mundial por parte de la selección nacional de fútbol.
Siempre lo deseamos, siempre lo anhelamos,
Este mundial tampoco es la excepción. A pesar de que es la crónica de una derrota anunciada (parodiando a García Márquez) seguimos con la esperanza. Y sí, de manera inexplicable no llevas al mundial al campeón de goleo de la Europa Ligue, el Bebote Jiménez, sigue la esperanza.
Dicen los mal pensados que no lo llevó porque hay intereses. Pues, qué mayor interés en que México gane más partidos.
Entonces, ¿se trata de una virtud de esperanza, o de una simple ilusión o una inocentada? Más bien, esto último, sin embargo, sigue viva la esperanza de ganarle a Arabia Saudita. Por cierto, ¿de cuándo acá es bueno para jugar futbol ese equipo?
Así que, nos queda como país apoyar a nuestra selección. Ya que si no hay suficiente pan, al menos que haya suficiente circo.
Esposa: – ¿De qué escribiste hoy?
Esposo: -De la esperanza de que México gane más partidos-.
Esposa: -Yo también tuve partidos que ganaban más-.
Esposo: -¿Juegos de futbol?-
Esposa: -¡No! Que ganaban más platita que tú!-
¡¡¡PLOP!!!