Rescatan a 2 personas atrapadas en incendio de una casa en El Salto
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de julio de 2022.- La trata de personas, denominada también la esclavitud del siglo XXI, tiene múltiples modalidades y consiste en “enganchar” a las personas mediante engaños, promesas o por medio de fraudes para someterlas a diversos ilícitos como la explotación sexual (principalmente de mujeres y niñas), pornografía infantil, tráfico de órganos, mendicidad, trabajos forzados, turismo sexual, narcotráfico, así como reclutamiento contra su voluntad por la delincuencia organizada, afirmó la coordinadora de la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, Cynthia Acosta Ugalde.
Con motivo del Día Mundial contra la Trata, la especialista señala que este delito universal está considerado como un crimen clandestino, violento y difícil de identificar.
Constituye un delito y una grave amenaza para la dignidad y la integridad física, los derechos humanos y el desarrollo. Los individuos que son traficados de un lugar a otro –dentro de las fronteras de un mismo país o hacia el exterior con fines de explotación, en su mayoría sexual, laboral o en la mendicidad– son considerados mercancías, objetos que pueden ser explotados y comercializados para lucrar con ellos, enfatiza.
Nadie se escapa
Acosta Ugalde puntualiza que la mayoría de las personas afectadas son de grupos vulnerables, aunque cualquiera puede ser captada y privada de su libertad para ser “enganchada”. “Las mujeres siempre, menores de edad, ancianos, indígenas, personas con discapacidad y de la comunidad LGBTIQ”.
La especialista recuerda que en el caso del extravío de aquellas personas que viven solas por carecer de familia o porque provienen de alguna otra nación y no poseen documentos personales, nadie las busca. En cambio, quienes tienen vínculos familiares y horarios establecidos para salir y llegar a casa, al no volver de inmediato se prenden las alarmas.
Existe una visión generalizada de que este delito es solo explotación sexual, y no es así. En el caso de las personas con alguna discapacidad o de la tercera edad, por ejemplo, son utilizadas para pedir limosna; lo grave es que la sociedad normaliza esa situación, “damos por hecho que eso es normal y no debería ser así porque seguramente detrás hay una situación de tráfico, con abusos, violaciones a sus derechos y malos tratos”.
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