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CIUDAD DE MÉXICO. 10 de julio de 2022.- El periodista y articulista Carlos Ravelo Galindo falleció este domingo, decano del periodismo y autor de En las nubes ejerció el periodismo por más de 75 años.
La agencia de noticias Quadratín lamenta el fallecimiento del periodista, quien diariamente compartía su columna En las nubes con este medio de comunicación.
Carlos Ravelo tenía 93 años edad y cuando comenzó a ejercer el periodismo aún no existía ninguna institución en México que ofreciera la carrera en su plan de estudios, es por esto que la UNAM, en 2012, le entregó a él reconocimiento como Licenciado en Periodismo, debido a un acuerdo para distinguir a aquellos comunicadores que por décadas se formaron en las redacciones de los periódicos.
Al respecto y a manera de semblanza su hijo Jorge Ravelo escribió que Don Carlos cursó sus estudios de primaria en el Colegio Cristóbal Colon, en la Militarizada de Tacubaya y un sinfín de otras instituciones académicas. La secundaria la acreditó con las siguientes asignaturas: aprendiz de herrero, encuadernador, chofer de camión de refrescos en Aguascalientes. La preparatoria; gasolinero, alberquero, farmacéutico, constructor, director de cine, y por último si no es que se le ocurre otra actividad, ayudante de reportero, reportero, periodista, hasta ahí con tan sólo 18 años.
El periódico de la vida nacional, Excélsior, le abrió sus puertas un 4 de marzo de 1947, como ayudante, llevando y trayendo las “notas” de los reportero a talleres de ahí, de leer empezó su vida en el oficio que hoy ya es su pasión, profesión y su vida.
Entrevistó a presidentes, desde Don Adolfo Lopez Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado; y a artistas: Ana Bertha Lepe, Graciela Olmos (“La Bandida”) mujer que le cantó una canción al tiempo muy famosa; filósofos, y por qué no, también a delincuentes: Goyo Cárdenas, entre otros. Es decir, personajes distinguidos para lo bueno como para lo malo. Reportear, diría él, las fugas del penal de Lecumberri, así como las llamadas Cortes Penales, las “cuerdas” de reos al penal de las Islas Marías, entrevistar a los presidentes de Rumania, Rusia, China, al monarca español, ministros franceses, de toda Sudamérica, y por supuesto a los del vecino país.
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