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GUADALAJARA, Jal., 12 de diciembre de 2021.- Al menos dos mil personas hacen fila en la plazoleta del Santuario de la Virgen de Guadalupe para ingresar aunque sea unos minutos a saludar a la Morenita en su día.
Horas antes, a las 12 de la noche, le cantaron las tradicionales mañanitas en su honor en un santuario que debe cumplir un aforo máximo de 75 por ciento, motivo por el cual a muchos les toca escuchar afuera.
Alrededor de este inmueble histórico permanece un operativo de seguridad con el apoyo de la comisaría de Guadalajara, Protección Civil y servicios de emergencias como SAMU, Cruz Verde y Cruz Roja.
Las largas filas fueron resguardadas vallas metálicas y en todo momento se hizo el llamado a los feligreses para que guardaran la distancia, usaran el cubrebocas y al ingresar al santuario les entregaron gel antibacterial.
Durante la misa encabezada por el arzobispo de Guadalajara, cardenal José Francisco Robles Ortega, destacó que esta es una fecha de festejo nacional porque todo el pueblo de México es guadalupano.
“Quizás nos ha faltado profundizar y trascender el deseo de la Virgen de construirle una casita más allá de las casitas materiales, María quiere que cada uno de nosotros, sus hijos, seamos una casita viva en la que se reciba y se manifieste el amor de Dios.”
Recordó que este Santuario de Guadalupe en Guadalajara fue construido por Fray Antonio Alcalde como un acto de amor a la patrona de México
“Tenemos que reconocer con humildad que nos falta mucho para construir esa casita que María anhela de nosotros sus hijos donde se manifieste el amor, la justicia, la fraternidad”.
Muchos de los feligreses acudieron con sus niños vestidos con indumentarias de pueblos originarios como suele ser la tradición, incluso varios adultos como parte de mandas promesas.
El prelado tapatío recordó que estamos a 10 años de celebrar los 500 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac.
Pidió limpiar la casa de la Virgen de toda limpieza, de toda falta de respeto a la vida, de toda injusticia y de toda desigualdad, división y confrontación.
“No más divisiones, no más confrontaciones, es lo que menos necesitamos para crecer, para acrecentar la dignidad y el valor de todos, necesitamos vivir unidos, preocupados y ocupados unos de otros, principalmente los más desprotegidos y no solo para usarlos.”
La tradición que se mantiene vigente en torno a esta zona del Santuario es la venta de los deliciosos buñuelos enmielados a 30 pesos el grande y a 10 pesos el pequeño.
Cerca del medio día llegaron grupos de danzantes a festejar a la morenita como mejor saben hacerlo, muchos de los asistentes recordaron con nostalgia los tiempos cuando este lugar estaba lleno de vida y personas para los festejos guadalupanos.
Mencionar que debido al Maratón que se celebró esta mañana en Guadalajara y los desvíos de autos y del transporte público, llegar al centro se convirtió en una odisea y el doble del tiempo de lo habitual.