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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de noviembre de 2021.- Cuando la pelea ya lucía complicada para Canelo Álvarez, un golpe hizo la diferencia en el onceavo asalto para que noqueara a Caleb Plant y convertirse en el campeón indiscutido de los súpermedianos, luciendo en la cintura cuatro títulos de la división.
El show inició con la entonación del Himno Nacional Mexicano desde la voz de Pike Romero, mientras el gran campeón mexicano le hacía segunda en los pasillos del MGM Grand Garden Arena de Paradise, Nevada.
El pugilista estadounidense salió al cuadrilítero, luego de su himno, siendo respaldado por el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo y un rapero, mientras que el mexicano, por El Rey, desde la voz de Fher, de Maná y sus fajines de la Asociación Mundial de Boxeo, el Consejo Mundial de Boxeo y la Organización Mundial de Boxeo.
Ya en el encordado, Caleb Plant lució de blanco con adornos plateados y tuvo que soportar el “culero, culero, culero” y abucheos, al unisonó; mientras que Canelo, de plata y dorado e impulsado por el aliento del público.
El de EU soltó primero los puños, en el inicio de la pelea, sólo marcando, mientras el azteca movía la cintura y subía la guardia, pero pese a ello, fue echándolo para atrás y alcanzó a conectarlo en el estomago.
El segundo round siguió igual, pero pronto, Caleb impactó dos veces de zurda, medianamente y Saúl empezó a mostrar su repertorio, abajo y arriba, provocando algunos alaridos.
Para el tercero, el estadounidense buscó más distancia y corrió en todo el ring, aunque recibió una combinación, con la guardia bien arriba y movió la cabeza como diciendo: no me hiciste daño.
Plant inició el cuarto con golpe al rostro de Canelo, leve, siempre yendo hacía tras y contragolpeando los golpes sólidos, que le iban, la mayoría, a los brazos, excepto por un zurdazo que lo sacudió.
En el quinto, por un golpe bajo, el réferi llamó la atención a Álvarez y tal vez, fue el mejor round hasta el momento para su rival, conectando algunos golpes.
En el sexto, el mexicano se recuperó, puesto que conectó rectos, con poderío, en el rostro.
Saúl inició el séptimo con un volado, bueno y un uno dos que prendió al público, pero se echó para atrás, Caleb lo tocó, pero cerró encima.
El siguiente fue complicado, para ambos, dado que se incomodaban, no daban facilidades e intercambiaban los puños. Ya en el noveno, aunque se conectaban, no permitían combinaciones y Canelo no abría la puerta del nocaut, se le empezaba a complicar la refriega y por momentos era superado.
El mexicano siguió presionando en el 10, pero sin claridad, aunque en el onceavo, llegó el golpe que puso mal al estadounidense, lo derribó, se levantó, pero las piernas no le respondían y Canelo lo remató, con combinaciones, para que terminara en la lona.