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¡¡¡PLOP!!!
Regreso a clases
El sentido común debería prevalecer sobre el capricho. Las justificaciones de los fanáticos del primer mandatario rayan en la ausencia de sentido común. Memes y posteos argumentan que los chicos salen a la calle, a centros comerciales, a eventos sociales o a la playa. Y culpan a los padres de «tamaña irresponsabilidad», en tanto que justifican el llueve, truene o relampaguee de su gurú existencial. Ignoran la ventaja del aire libre y de la supervisión parental.
El sentido común aconseja que, en esta ola de contagios la distancia social es prudente. El tema, resuelto como política de estado con un número musical en el show matutino, remitió a la letra de la rolita: «los caminos de la vida». Y, con una filosofía digna de mejore retos, el presidente exhortó a enfrentar las adversidades, hacia transitar por esos caminos de la vida, a ritmo de vallenato colombiano. Parece que no hubiera vidas en peligro, y que estas vidas no fueran los recursos humanos más valiosos de este país: sus niños.
La necedad presidencial, que desató un tremendo tsunami al interior del grupo de poder hegemónico en Jalisco, enfrenta a los docentes a un reto mayúsculo: sintonizar en dos canales al mismo tiempo, es decir, en el sistema híbrido que mezcla clases presenciales con educación virtual a distancia. ¡Cómo si fuera tan fácil!
Si de por sí esta pandemia ya dejó atrás un año escolar, prácticamente perdido, en el que las producciones de televisión oficial muy poco pudieron hacer para captar al menos la atención de los educandos, ya no digamos dejar algo en sus mentes, o menos aún, propiciar aprendizajes. En paralelo, la educación virtual fue profundamente asimétrica. Algunos docentes adecuaron su práctica didáctica, la mayoría recitaron textos aburridos en power point o pdf. Algunos escuchas pudieron desarrollar las ventajas participativas de la educación a distancia y el aporte de las tecnologías de información y comunicación. Otros estudiantes dejaban su nombre grabado en sesiones de zoom, mientras en la intimidad de su hogar atendían asuntos diversos. Ni que decir de las distancias de clase social entre dispositivos móviles, conectividad y acceso a la tecnología. Un año perdido en casi todos los niveles.
La urgencia educativa se comprende. Pero el capricho a contrapelo de la lógica es absurdo. La concesión barata de dejar a la libre elección de los padres o los alumnos mayores de edad el asistir a las aulas, deja empantanado al capricho (efectos de sonidos de truenos y relámpagos) presidencial. La épica carta de la secretaria de educación para deslindar responsabilidades contribuye a poner el tema en punto muerto. El escenario más previsible será el caos, y la expectativa de un segundo año escolar tirado a la basura.
El regreso obligado a clases, por mucho que cuente con el aval de la UNICEF no es igual en Corea del Sur, Japón, China, Francia, Noruega o Alemania que en México. Este país obedece a una idiosincrasia muy particular, que se acerca más al surrealismo que a las directrices de los organismos de las Naciones Unidas. Pero, la suerte está echada. Los docentes, sometidos a una de las vacunas más endebles por disposición oficial de algún genio (discípulo predilecto de López-Gatell), la cansino, estará expuestos todos los días en las aulas. Muchos recurrirán al transporte urbano en sus respectivas localidades y otros llegarán a sus hasta hoy vacíos centros de trabajo, para aumentar el contacto social. Los fans de Andrés enviarán a sus chicos a la escuela y otros, prudentes, preferirán seguir en el esquema virtual. Los docentes tendrán que recurrir a la disociación de sus hemisferios cerebrales para cumplir con la dimensión del encargo. Entretanto el show matutino seguirá, amenizado por alguna otra canción del acervo de reuniones sociales de su conductor titular. Como siempre, todo cambia en México, para que nada cambie…
Las opciones:
a) La disposición gubernamental resistirá el embate de la realidad. la propaganda oficial reforzará la decisión de miles de padres, al borde la psicosis por tener a sus pequeños angelitos en casa. Las cifras oficiales, maquilladas por el corfieo de youtubers destacarán el éxito de la medida y la absoluta visión de oráculo del gran estadista.
b) La necia realidad se impondrá. A pesar de la propaganda oficial, las cifras de contagios, en particular entre quienes se han visto menos afectados en la pandemia, refutará el discurso gubernamental. La sociedad reaccionará a la ver su futuro mermado, en tanto contabiliza las bajas de los más inocentes.
c) Las cifras de contagios no incrementarán más allá de la considerable ola que ha traído la variante delta del bicho. Sin embargo, la dificultad pedagógica y didáctica que entraña el modelo híbrido, presencial-virtual al mismo tiempo, dará por resultado otro ciclo escolar con balance negativo.