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GUADALAJARA Jal., 13 de julio de 2021.- A finales de octubre del año 2019, Camila, de apenas 7 años tuvo un cambio repentino; pasó de ser la niña sonriente, feliz, que disfrutaba arreglarse y compartir con su familia y amigos, a ser una niña retraída, callada, que ahora no podía ni quería verse al espejo. Este comportamiento prendió las alertas de su madre, Alejandra Nieto, algo había ocurrido que cambió la vida de la pequeña. Fue agredida sexualmente por unos compañeros en la escuela Marco Antonio Montes de Oca.
«Ella me reprochaba mucho que estaba fea, que estaba gorda, que no valía y ella no hubiera sido así nunca. Siempre había sido vanidosa, con sus vestiditos, se cuidaba, se veía el espejo, se arreglaba como cualquier niña y cambió muy drásticamente, por eso me di cuenta».
Camila estaba entonces en tercero de primaria y siempre había tenido los mismos compañeros. Su vida no había tenido ningún cambio abrupto, pero sí su comportamiento; sin embargo, ante el interés de su madre, la niña sólo guardaba silencio, por lo que su madre buscó respuestas en la escuela.
«Fue cuando yo me acerqué a la primaria y gracias a la mamá de la otra menor, es cuando yo me doy cuenta que se relacionaban las conductas de ambas, el dolor al orinar, el no verse al espejo, el sentirte feas y cosas así. Es cuando yo le pedí que me dejara acompañarla, aparte de que fui testigo de cuando una de las menores la agarró y yo le dije a la mamá».
En una visita de las madres y las víctimas a la Secretaría de Educación, ambas menores fueron al baño, se quejaron al orinar y Alejandra le preguntó a la otra menor si sabía qué le pasaba a su hija, la niña le contó que las dos eran víctimas.
Inmediatamente, Alejandra tomó a su hija y salió del lugar para buscar apoyo legal y de salud para Camila. Además de presentar una denuncia en Ciudad Niñez, ante la sospecha de un probable caso de abuso; sin embargo, reclama que más autoridades han sido omisas.
“Lo que yo pido mucho es que vean a la menor agresora, ella no ha recibido terapia, ni nada. Ella puede ser víctima. En la escuela pues no hay clases presenciales, es una escuela pública, son en línea y el maestro y la directora siguen cobrando, siguen con sus sueldo, simplemente están suspendidos… y la carpeta, pues estamos esperando la fecha de la primer audiencia porque la anterior que fue la semana pasada, no se presentaron ni el maestro, ni la directora, porque no los encontraron. No los pudieron notificar”.
Pese a que en repetidas ocasiones las víctimas dieron aviso a su profesor, aseguran que éste no hizo nada para impedir las agresiones físicas, verbales y sexuales de las que gran parte del salón era víctima.
«De probable abuso sexual son 6 incluyendo la mía (Camila) y la otra menor y víctimas de agresiones físicas y psicológicas son 16, pero solo nosotras las 2 madres de estas 2 menores pusimos denuncia; los otros padres que porque tenían trabajo, por la ubicación de la escuela, que porque no podían, que porque no sabían, por ignorancia y por miedo, no hicieron absolutamente nada».
Alejandra Nieto no ha frenado la búsqueda de justicia para su hija, pues ha realizado manifestaciones, ha presentado una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y adelantó que no dejará de luchar, pues a la fecha, su hija, sigue siendo atendida por una paidopsiquiatra, pues las secuelas permanecen.
“Lo único que logramos ya es que ella duerma, que ya no vea a niñas y que ya no vea tantas sombras que ella se ve al espejo otra vez, no es un gran logro, pero ya no la tengo internada. La tenemos que estar checando minuto por minuto, segundo con segundo, hora con hora, cuando va a la escuela. Que es particular ahí tiene psicólogas tiene mujeres que son como guardia que la acompañan al baño y yo quiero que a mi hija se le haga justicia es lo único que yo pido que por favor la persona responsable de lo que le hicieron a mi hija este hombre que por omisión y encubrimiento, no la ayudó, nunca. Que mi hija sufrió esto tan atroz tan horrible, pague, es lo que yo quiero, que el juez le dé su sanción, la pena correspondiente”.
La escuela primaria Marco Antonio Montes de Oca fue intervenida por algunos colectivos feministas, pero sus consignas para exigir justicia, ya fueron borradas.
Respecto a la manifestación de este viernes, donde 10 mujeres integrantes del Frente Feminista de Jalisco terminaron detenidas, luego de intervenir el edificio de la Secretaría de Educación y quebrar algunos vidrios, misma que horas después fueron liberadas y 7 siguen un proceso legal en libertad, en el que se fijó una fianza de 200 mil pesos, la madre de Camila reconoció la lucha de estas mujeres.
«Gracias que sin yo pedírselo, lo hicieron. Gracias por gritar por mi hija. Gracias por pedir justicia. Gracias por lo que hicieron. Gracias por preocuparse por ella, por hacer que nos escuchen, por pedir que nos escuchen, porque ella es una menor que no se merecía eso. Feliz, de hecho sonrío y para mí eso es lo más lindo que puedo ver ahora, porque mi hija ya no sonríe y dijo ‘mami, sí me quiere alguien, sí tengo amigas, ya tengo amigas, mami. Ya me quiere alguien, diles que yo también, diles que yo las quiero’ y le digo ‘sí, mami, las 10 te quieren, están luchando por ti».
Alejandra, la madre de Camila, consideró injusto el trato que se les dio a las detenidas y pidió que el tratamiento que requiera su hija, entre especialistas y medicamentos, sea parte de la reparación del daño que todavía no le llega.