El presupuesto es un laberinto
EL RUEDO SIGUE ESPERANDO
Ubicado en los límites de Jalisco y Michoacán e infestado por grupos de la delincuencia organizada que pelean el libre transito y control de la zona, está el municipio de Jilotlán de los Dolores, un lugar donde la ley ha quedado rebasada.
De este lado del Estado, el cártel de 4 letras quiere controlar todo, mientras que en la otras acera la familia intenta meterse a como dé lugar, provocando un caos.
Las pasadas elecciones dieron muestras del terror y control que tienen en la zona al grado que nadie quiso participar como candidato. El único que levantó la mano fue el de Morena, José Manuel Cárdenas, candidato que fue por la libre luego de que los contendientes de Movimiento Ciudadano, María del Carmen Sandoval, y del PAN, Nora Cárdenas decidirán por seguridad a su persona no participar.
Por lo anterior y ante el miedo observado en los contendientes a la alcaldía y regidores, quienes dijeron sentirse o estar amenazados, se solicitó la intervención de la federación para que se aclare y fueron afirmativas dichas denuncias.
Y aunque el Gobierno de Jalisco afirmó que en Jilotlán de los Dolores no hay problemas de inseguridad pública, de acuerdo con los reportes de incidencia delictiva semanales de la Comisión Ejecutiva del Consejo Estatal de Seguridad, la realidad es que el miedo está ahí presente y a 18 días de haberse llevado a cabo la elección aún no se sabe qué va a pasar con ese municipio ni quién va a gobernar.
Quienes dicen ser los ganadores, después de haber competido contra nadie, son los de Morena en voz de la delegada estatal de Morena en Jalisco, Yeidckol Polvensky y advirtió que en caso de que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC) decida suspender el proceso electoral impugnará, pues de lo poco, o mejor dicho muy poco que puede rescatar en Jalisco, peleará hasta el final aunque la ley le dará la contraria debido a que la elección es invalida por la ausencia de competidores.
El tema va para largo pues el Congreso de Jalisco y el IEPC no tienen fecha para analizar la situación y con ello determinar cómo se integrará el nuevo ayuntamiento de Jilotlán de los Dolores.
Aunque rebosen de seguridad y armonía en el municipio y que los índices van a la baja, la realidad es que el no tener a estas alturas un presidente municipal electo y un cabildo, solo da muestras de la mano que mece la cuna y no es exactamente gente de la Federación ni del Estado.
Lo cierto es que quien se quede con ese cargo debe de ser consciente del alacrán que se echa encima; sólo basta recordar el día 15 abril del 2018 cuando el alcalde con licencia que buscaba la reelección por Movimiento Ciudadano, Juan Carlos Andrade Magaña, fue asesinado cuando viajaba en su auto.
No, no nos engañen ni se engañen, la situación en Jilotlán de los Dolores no es de paz y armonía y tampoco reina la calma, tanto que nadie quiso tomar el toro por los cuernos debido a que conocen lo peligroso que es meterse al ruedo.