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GUADALAJARA, Jal., 1 de junio de 2021.- Han pasado casi 48 horas desde que Cruz Azul rompió con la sequía de 23 años sin título, esto bajo el mando del estratega peruano e insignia de La Máquina, Juan Máximo Reynoso, quien le entregó la ansiada novena a los Cementeros.
Posterior al emocionante encuentro y los festejos por el campeonato, el DT sudamericano charló con David Medrano y Cristian Martinoli, elementos de Azteca Deportes y reveló el momento desde que él sintió que Cruz Azul estaba para cosas grandes en el semestre, siendo el Torneo de la Concachampions, la punta de lanza de tan importante logro.
“En los juegos de Concachampions. Cuando vi que jugaron serios y se la creyeron con los haitianos e iban por el séptimo y octavo gol y el juego de Toronto. Lo hicimos ver muy sencillo, pero Toronto nos hizo pasar malos ratos, eliminó al León que en ese momento ya empezaba a ser el candidato. Ahí dije: los chicos ya se la creyeron, vamos a cualquier cancha y decimos acá estamos. Porque vi que los que no venían jugando rindieron, se acercaron a su nivel”, señaló en un Facebook live con ambos personajes.
El DT llegó prácticamente como una de las últimas opciones a La Noria, pues delante suyo estaban nombres como los de Hugo Sánchez, Matías Almeyda, Antonio Mohamed y Alfonso Sosa; sin embargo, terminaron por llamarle y con ayuda divina, al final fue el elegido.
“Por esencia soy muy realista, no soy ni optimista ni pesimista. Cuando empecé a entender la cita dije: si me están invitando, es porque algo de puede dar, no me van a invitar para darme el dulce y después quitarme la paleta y empecé a creer. En los días previos estaba ya confirmado lo de Hugo (Sánchez) supuestamente, lo de Matías que era un tema presupuestal igual que el Turco, Poncho Sosa que también era una posibilidad y al final se me presentó la Virgen y muy agradecido”, mencionó el peruano.
Juan Máximo reveló que las condiciones quizá no eran las propicias para hacerse cargo del club, pero que tenía el anhelo de estar sin importar el entorno extra cancha, pues de cualquier forma si se lo hubiesen solicitado, firma sin importar el salario que percibirse, por lo que el arreglo no fue difícil.
“No hay lana, no hay refuerzos. El contrato es seis meses. Todo mal, pero la ilusión de dirigir este club así iba gratis y de los digo de corazón. Si me dijeran: te íbamos a pagar la décima parte de lo que nos dieron al cuerpo técnico, estábamos. No íbamos a poner ningún pero. Incluso nos dijeron que iba a ser menos que porque el impuesto y tal, después subimos al camión y aquí estoy, a Dios gracias», externó.
El inicio no fue el esperado, pues tuvo dos descalabros seguidos y la afición comenzó a exigir resultados; no obstante, ya sabía que ese sería el camino a recorrer, siempre confiando en el material humano que tuvo para el resto de la competencia, en la que al final terminó como líder y Campeón.
“Las primeras dos semanas sabíamos que era parte de la metodología. Nadie llega y sin tener pretemporada, descanso, con la coyuntura del equipo, sin amistosos. Sabíamos que dos o tres semanas nos iba a costar, es más, metimos el camión en Pachuca, pero ese equipo, a partir de ahí vimos que los esfuerzos ya eran mejores, ya podíamos sostener los esfuerzos físicos y eso me dio tranquilidad y vi la predisposición de los jugadores de plasmar la idea en cancha», declaró.
Finalmente y sobre como fue su separación del Puebla, Juan Reynoso no tuvo empacho al mencionar que, pasará lo que pasará con el equipo en el pasado semestre, iba a Llegar Larcamón, lo que la Directiva camotera le negó, pero que terminó por darse y poner a cada quien en su sitio.
“Sí, nos enteramos. Tenemos a un muy buen amigo en Santiago y nos lo había anticipado, pero bueno, la gente de Puebla cuando se lo preguntamos dijo que no, que no era verdad. Al final el destino pudo las cosas en su lugar porque el señor llegó y ha hecho un gran trabajo», sostuvo.