
A decir verdad/Rubén Iñiguez
Un presidente enojado:
El presidente López Obrador en su mañanera del miércoles siguió haciendo propaganda y descalificó la resolución del INE y del Tribunal Electoral en el sentido de retirar las candidaturas de Félix Salgado Macedonio, a Gobernador por Guerrero y de Raúl Morón, a gobernador por Michoacán, ambos postulados por el partido del presidente.
Visiblemente molesto, López Obrador tachó de excesiva y como “un golpe a la incipiente democracia”, la resolución de estos órganos competentes. Fiel a su costumbre de denostar a todos los que se oponen a sus designios, el Primer Mandatario señaló que estas instituciones son parte de los regímenes del pasado y, como es la tónica de los discursos populistas en los que el pueblo siempre es bueno y quienes se oponen al pueblo siempre son malos, el presidente, por descontado, dijo que estas resoluciones son un ataque al pueblo.
Lo destacable es que el presidente, en su habitual derroche de egocentrismo, califica y descalifica, juzga y condena, se erige como el fiel de la balanza de la opinión pública y él y solamente él pontifica desde el pulpito de su conferencia de propaganda, que es lo correcto, que es lo bueno que es lo que hace bien al pueblo y que es lo que deberían hacer todos los que “no son como yo” Es decir, asistimos a otro ejemplo del narcisismo exacerbado del presidente, quien ataca a todos los que no hagan, digan o piensen como él, y pone de parapeto de sus ideas al pueblo.
Si al presidente no le gusta la ley, si no se adapta a sus pensamientos, simplemente es desatendida o descalificada. En este caso, los magistrados del Tribunal Electoral actuaron conforma a la ley, y los consejeros del INE también. Pero eso al presidente le es inclusive. No actuaron conforme a su voluntad y por ello merecen su enojo, su encono y su descalificación.
Morena el partido oficial, cuenta ahora con 48 horas para designar candidatos, pero cuenta también con el aval de su líder moral, quien ha resultado una chachalaca más escandalosa que el mismísimo Vicente Fox, y quien hoy instó a luchar a sus correligionarios. Una señal que bien pudiera interpretarse como invitación a tomar las calles, algo que al os morenistas les viene en el ADN.
Por lo pronto, el primer round está en los organismos electorales. Ante este panorama quedan varias opciones:
a) El encono del presidente se reflejará, si obtiene mayoría en una nueva ley federal electoral que reforme, derogue. o sustituya al INE
b) El INE podrá sobrevivir si Morena, con todo y sobrerrepresentación proporcional, no tiene mayoría en la próxima legislatura federal
c) El presidente dio línea para “luchar” a sus correligionarios, desde la mañanera la tensión electoral podría exacerbarse en las entidades, de por sí conflictivas, en las que los aspirantes de Morena han sido relevados.
d) El INE volverá a apercibir, tantas veces como le sea posible, al Presidente, para que deje de usar la mañanera como espacio de propaganda, Por supuesto sus llamados tropezarán con “oídos de matancero”