Libros de ayer y hoy
EL BUEN SAMARITANO POR SU CASA EMPIEZA
Vamos a analizar una situación. Tenemos un padre de familia que decidió seguir el buen camino, todo paz y amor. Un padre que prefiere los abrazos antes que los balazos y quien tiene un hijo convaleciente al borde de la muerte y solamente una vacuna puede salvarlo.
El padre de ese niño tiene la posibilidad de adquirir dicha vacuna, sólo es cuestión de entender la necesidad de su hijo.
Sin embargo, ese padre vio al hijo de su vecino también convaleciente y necesitado de la misma vacuna que en suyo y como es un hombre que le gusta hacer el bien e ir por el camino correcto decide que su prójimo se salve y que Dios provee a su vástago.
La realidad es bien sabida que nadie puede dar lo que no tienen y mucho menos cuando los que están en riesgo son los tuyos.
En México, durante la pandemia se ha vivido una situación muy lamentable en la forma como el presidente Andrés Manuel López Obrador la ha enfrentado.
Cuentas diferidas con los Estados, renegando al uso de las medidas de sanidad, apostando a la salud de los mexicanos en una estampita y contradictorio en las decisiones y discursos.
Y ahora resulta que a Andrés Manuel, le salió lo Buen Samaritano, preocupado por la salud de los habitantes de la India y ante la situación que viven en aquel país el mandatario mexicano anunció que rechazó la segunda parte del lote de vacunas que vendrían desde ese país para que sean utilizadas allá.
No nos hagamos tontos, ni es un buen samarita y ni está haciendo bien las cosas contra la pandemia. Lo que hoy está haciendo es un claro ejemplo de que el pueblo sabio y bueno sólo es el primero en su discurso, pero para el primero está su imagen antes que la salud o el bienestar de sus ciudadanos.
La pandemia ha venido a la baja, no por las acciones que él está implementado. La pandemia ha bajado gracias a las acciones de cada gobernante en sus entidades, quienes amarrado de pies y mano mendigan la llegada de vacunas para su gente.
¿Qué acaso el mandatario no conoce la situación de los médicos?, que aún hay muchos sin ser vacunados. Los abuelitos, muchos no accedieron a la vacuna por la complicada forma en que se realizan las acciones para la aplicación.
Hay cientos de adultos mayores que no tienen acceso a la vacuna, distancia, tiempo o que alguien lo lleve.
De verdad señor presidente, entiéndalo bien, nadie, absolutamente nadie puede dar lo que no tiene y mientras que México no tenga salud, no se puede velar por la de los demás. No se trata de ser envidiosos o no, se trata de ver por los tuyos y para los tuyos.