LA AHOGADA
Cambiar el pasado
Si usted tuviera la oportunidad de regresar al pasado, ¿qué cosas cambiaría de su vida? Incluso, ¿qué modificaría de la vida de otros? Tal vez, supo que su abuelo tomó una mala decisión cuando era joven y, si pudiera volver al pasado, ¿le podría ayudar a tomar otro camino?
Tantas cosas que pudiera uno hacer si nos fuera posible retroceder el tiempo. Pero, pues no. No podemos. Como simples mortales nos queda el aprendizaje. Sí, la experiencia que nos deja, tal vez, una mala decisión o, algo que no fue del todo bien y, que, podamos influir para que no vuelva a pasar.
En teología, hay cierta aseveración, de que podemos influir en el pasado, tanto nuestro como de nuestros familiares, pidiendo a Dios perdón por los pecados que cometieron nuestros ancestros. Además, de influir en el futuro, suplicando la absolución por las malas acciones que cometeremos.
Sin embargo, ¿qué tanto nos queda soñar con que tuviéramos la famosa máquina del tiempo y volver al punto donde tomamos una mala decisión o, dejamos, por omisión de seguir la gran oportunidad de nuestra vida?
Pues, no, no podemos. El pasado existe en nuestra mente. Solo nos queda la posibilidad de vivir nuestro presente de la mejor manera posible. Como si este día fuera el último de nuestra existencia.
Ya lo dijeron muchos filósofos. Entre ellos Nietzsche, que la vida es un Eterno Retorno. Y este momento, en que usted está leyendo esto, se va a repetir una y otra vez en su vida en infinito número de veces.
Así que, si no podemos cambiar el pasado, sí podemos cambiar en el presente. Modificar nuestra actitud a lo que ocurrió y, aprender, para que, en el futuro, no cometamos los mismos errores.
– ¿De qué escribiste hoy? –
– De que no podemos cambiar el pasado.
– Ah, por cierto, ¿quién es esa Roxana que, en el Whats, te pregunta, ¿te acuerdas de lo bien que la pasamos? –
¡¡¡PLOP!!!
El autor es Director del Departamento de Filosofía de la UAG.