¡¡¡Plop!!!/Salvador Echeagaray
Lástima que no se pueda quedar. Porque aquí, podría ser un delantero de época. No somos nadie para juzgar las aspiraciones de los demás. La ambición de ser y crecer es no solamente respetable, sino también admirable. Pero no deja de sentirse un esbozo de pena al pensar en todo lo que José Juan Macías podría llegar a ser en Chivas… si tan sólo su mente no estuviera puesta en Europa.
Por lo que ha vivido en su corta carrera, es un futbolista que divide opiniones entre los mismos aficionados rojiblancos. Algunos lo aplauden. Otros lo abuchean. Hay quienes no le perdonan el beso a la camisa de León, que aunque haya sido por coraje en contra de un directivo, no deja de ser un error producto tal vez de la falta de experiencia.
Otros insisten en compararlo con Alan Pulido. El hombre de las anotaciones en partidos importantes dejó huella en Chivas. Es normal. Por si fuera poco, se fue como campeón de goleo y la última imagen es muchas veces la que se queda en la memoria colectiva. Pero, ¿por qué no mejor simplemente disfrutar el aporte de cada uno en su momento? Uno ya fue. El otro es… y qué lástima que tarde o temprano ya no será.
¿Por qué lástima? Hay razones emotivas y deportivas para pensarlo. Cuando volvió, dijo que su meta era “ser campeón con mis Chivas y luego Europa”. Con mis Chivas… ¿cuántos millones de aficionados se refieren así a su equipo? Es hecho en la cantera. Es rojiblanco. Lo dice en cada oportunidad. Y alguien que defiende los colores no sólo por ser su profesión, sino también por ese sentimiento, siempre es apreciado.
Después está la cancha. JJ es el jugador de mayor valor de mercado en la Liga MX de acuerdo a transfermarkt (10 millones de euros) y eso quiere decir que para Europa, dentro de lo que hay en nuestro futbol, resulta el elemento más interesante. No es una casualidad que su nombre figure en la lista de seguimiento a jóvenes prospectos de varios equipos en el Viejo Continente.
Actualmente tiene cuatro goles en cuatro partidos con Chivas. Su mejor racha goleadora con el Rebaño Sagrado, a uno del Chicharito Hernández, que marcó en cinco consecutivos, a dos de Max Prieto y Tomás Balcázar, que anotaron en seis partidos al hilo. Ese récord está cerca de romperlo. ¿Podría superar otros? Claro que sí… si tan solo su destino próximo no estuviera fuera de México.
¿Alguien sería capaz de cambiar el sueño de Europa por perseguir la gloria con el Rebaño Sagrado? Tal vez sí y no se le podría criticar. En una sociedad donde es imposible darle gusto a todos, no faltaría el que diga “ah, qué conformista, cómo va preferir a las Chivas”. Y de igual manera es imposible criticar las aspiraciones de Macías.
Su deseo es triunfar en Europa. Tiene con qué. Es un delantero diferente. Que cuando se enfoca en lo que verdaderamente le toca, que es el presente en la cancha y deja el futuro en manos de otros, demuestra una capacidad distinta al promedio que suele verse en el futbol mexicano. Que todavía deberá pulir detalles, es cierto. Pero que posee futbol para triunfar también es innegable.
En Chivas podría trabajar y contribuir para la construcción de un equipo que gane títulos. En Chivas podría marcar una época. En Chivas podría superar, con el tiempo suficiente, los goles de Omar Bravo o de la leyenda Chava Reyes. Porque es un futbolista diferente, pero precisamente por ello, destinado a luchar por ese futuro que en su mente tiene claro desde hace mucho tiempo. Lástima que no se pueda quedar.